En el marco de la destrucción de la única iglesia cristiana en Gaza, por parte de autoridades de Israel, los dos más altos dignatarios cristianos de Jerusalén decidieron visitar las ruinas de este lugar y condenaron las acciones del régimen de Benjamín Netanyahu contra la población cristiana y musulmana de Palestina.

Por ello el representante de la Iglesia Católica Romana, Pierbattista Pizzaballa, y su homólogo Ortodoxo Griego, Teófilo III, encabezaron una “delegación eclesiástica” a través de la cual buscan reunir a los cristianos de Gaza tras los ataques contra la Iglesia de la Sagrada Familia, con el fin de escuchar a esta comunidad.

A pesar de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, expresó su “profundo pesar” ante este ataque que considero necesario y presuntamente accidental, las dos figuras religiosas condenaron lo sucedido y expresaron su preocupación por la comunidad cristiana en Gaza, así como incluso Cisjordania.

“Durante nuestra visita queremos reunirnos con miembros de la comunidad cristiana local, donde presentaremos nuestras condolencias por todas las muertes que han sufrido, ofreceremos nuestro apoyo en lo que necesiten y nos solidarizaremos con todas las personas afectadas, sin importar su fe”, añadieron.

Por su lado, el Papa León XIV afirmó sentirse profundamente afectado por el brutal ataque contra esta sede cristiana, en la cual se refugiaban cientos de personas desplazadas, principalmente aquellas familias con niños y familiares discapacitados. Pese a esto, prefirió no responsabilizar al Estado de Israel por lo sucedido.

Cabe señalar que, el párroco de esta iglesia, Gabriel Romanelli, era un cercano amigo del Papa Francisco I, al punto en que una de las últimas llamadas telefónicas que hizo en su vida fue con este hombre. Durante esta, el difunto Santo Padre le dio sus bendiciones y le pidió cuidar de todos aquellos inocentes en peligro.

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Foto: RT // Al Jazeera

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