México.- La Coordinación de Evaluación, Innovación y Desarrollo Educativos (CEIDE) presentó la segunda edición de las Recomendaciones para el uso educativo de la inteligencia artificial generativa de la UNAM, una guía orientada a promover la utilización responsable, reflexiva y pedagógica de estas herramientas en los distintos espacios académicos en esta casa de estudios.

Melchor Sánchez Mendiola, titular de la CEIDE, dijo que este documento de acceso libre surgió “de una necesidad institucional y se ha nutrido de la colaboración transdisciplinaria; responde a nuestra triple obligación de proteger la calidad académica, promover la innovación educativa y salvaguardar los valores universitarios en estas épocas tan interesantes que nos toca vivir”.

En la presentación de dicho documento, el académico universitario indicó que fue elaborado por el Grupo Académico de Inteligencia Artificial Generativa (GAIA-Gen) UNAM 2025, cuya meta original es clara, aunque muy amplia: “discutir, reflexionar, investigar, proponer guías y recomendaciones sobre estos temas ante el impacto vertiginoso de estas nuevas herramientas”.

La nueva edición fue liberada hace un par de semanas. “Invitamos a la comunidad docente a utilizarla en sus actividades, la desmenucen para mejorarlas progresivamente”.

Explicó que este documento se distribuye bajo un esquema de acceso abierto, está constituido por artículos y apartados que van desde los fundamentos de la inteligencia artificial generativa IAGen, hasta una prospectiva, pasando por todas las cuestiones de enseñanza, aprendizaje, evaluación, investigación, educación y gestión universitaria.

Jimena Olveres Montiel, coordinadora académica del Centro de Estudios en Computación Avanzada de la UNAM, mencionó que estas recomendaciones son un esfuerzo de diversas entidades de la Universidad, entre ellas la CEIDE; las direcciones generales de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información, y la de Tecnologías de Información y Comunicación; las facultades de Ingeniería y de Ciencias; de los institutos de Ciencias Aplicadas y Tecnología, de Energía Renovable, y el de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, así como del Centro de Ciencias de la Complejidad.

Consideró que “en cuanto a nuestra responsabilidad como educadores fue un parteaguas en el ámbito de la IAGen el detenernos para evaluar qué estaba sucediendo y cómo nos afectaba, y más aún tratar de visualizar el beneficio que puede traernos el uso de esta herramienta, lo que ha generado un sinnúmero de opiniones y motivado el pensamiento crítico de nuestra comunidad”.

En esta nueva versión de las Recomendaciones para el uso educativo de la inteligencia artificial generativa en la UNAM, la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación son puntos a resaltar. “También se otorga un peso importante al tema del uso ético y efectivo de la IAGen, así como a las tareas de investigación y gestión educativa que tanto nos ha distinguido en esta casa de estudios”.

Sin embargo, “no podemos dejar de lado que todo esto implica retos y riesgos importantes que también se mencionan en estas recomendaciones, además de la seguridad que se requiere para el uso de estas inteligencias artificiales generativas que están surgiendo”.

Por su parte, Ernesto Priani Saisó, académico de la Facultad de Filosofía y Letras, expresó que la publicación de la primera edición de las Recomendaciones para el uso educativo de la inteligencia artificial generativa en la UNAM se dio de manera oportuna, incluso, “antes de que en el área de las humanidades el impacto de la IA prendiera las alarmas de los profesores”.

Resaltó la necesidad de hacer llegar estas recomendaciones a los profesores universitarios en general. “Me parece que contar con ellas es un principio básico, pues en algunas comunidades docentes se puede percibir una brecha digital enorme entre aquello que los estudiantes saben hacer con el uso de la IA y lo que los docentes están aprendiendo con esa herramienta”.

No todos los profesores están atentos a estas innovaciones tecnológicas fundamentales, sino a las novedades en sus campos de estudio, en sus áreas de análisis, en aquello que enseñan, “y la IA los ha tomado literalmente por sorpresa, hay mucha angustia, una sensación de confusión total”.

Más allá del hecho de que pueda utilizarse para presentar textos no escritos por los alumnos, la preocupación inicial que inquieta a los profesores, y que les consume mucho tiempo, es tratar de utilizar recursos para determinar si los estudiantes emplean la IA en sus trabajos. Aunque poco a poco esto está dando lugar a otras inquietudes relacionadas con la lectura.

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