El gobierno de México ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento económico para 2025, reduciendo el rango proyectado a un modesto 1.5% a 2.3%, en lugar del 2.0% a 3.0% que había estimado previamente. Este ajuste se da en un contexto económico incierto, donde los pronósticos sobre el futuro de la economía nacional se ven marcados por señales de desaceleración y preocupaciones sobre una posible recesión.

Según un documento publicado este martes por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), las expectativas de crecimiento de la economía mexicana se han moderado debido a varios factores adversos que han afectado la confianza de los inversionistas y el desempeño general del país. Entre estos factores, destacan las tensiones comerciales con Estados Unidos, que incluyen amenazas arancelarias, y una sequía prolongada que ha impactado diversos sectores productivos, particularmente la agricultura.

El panorama económico frente a la recesión

Este recorte en las expectativas de crecimiento llega en un momento crucial, pues muchos analistas temen que México esté al borde de una recesión técnica. La economía mexicana ya mostró señales de desaceleración al contraerse durante el cuarto trimestre de 2024, y algunos temen que una nueva caída en el primer trimestre de 2025 podría confirmar este escenario. Si esto ocurriera, el país se vería atrapado en una recesión técnica, que se define como una contracción consecutiva de dos trimestres en el Producto Interno Bruto (PIB).

Además, en su pronóstico para 2026, la SHCP también ajustó sus expectativas a la baja, estimando un crecimiento de entre el 1.5% y el 2.5%. Si bien se espera cierta recuperación en los próximos años, las proyecciones no muestran una recuperación robusta, lo que sugiere que los retos para la economía mexicana podrían persistir.

Revisión del pronóstico por parte de Banxico

El Banco de México (Banxico) también ajustó sus proyecciones para 2025. En febrero, el banco central previó una contracción de la economía de hasta 0.2%, con una posible expansión de hasta 1.4%. Sin embargo, a principios de esta semana, analistas del sector privado que colaboran con Banxico redujeron aún más sus pronósticos, con un crecimiento estimado de solo 0.5% para el próximo año.

Este pesimismo sobre la economía mexicana se ha visto reflejado en la incertidumbre global y local, y los riesgos asociados con la política económica, las relaciones internacionales y la resiliencia de los sectores productivos del país. Las amenazas de una recesión y la baja confianza de los inversionistas podrían seguir siendo factores clave en el comportamiento de la economía durante los próximos meses.

Déficit presupuestario: un reto a la vista

Otro de los puntos destacados del informe de la SHCP es el déficit presupuestario, que se espera se mantenga elevado en los próximos años. Para este 2025, se estima que el déficit fiscal de México estará entre el 3.9% y el 4.0% del PIB. Este nivel se reduciría ligeramente en 2026, con un rango estimado entre 3.2% y 3.5%, pero el desafío de mantener las finanzas públicas bajo control sigue siendo un tema clave en la agenda económica.

El recorte en las expectativas de crecimiento económico y la persistente preocupación sobre el déficit fiscal destacan la necesidad de que el gobierno mexicano tome medidas eficaces para fortalecer la economía y mejorar la confianza de los inversionistas. Si bien el país continúa siendo la segunda economía más grande de América Latina, los retos estructurales y las incertidumbres globales seguirán marcando la pauta en los próximos años.

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xmh