Puebla, Pue. - Con el inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en 2025, se alista un nuevo panorama de incertidumbre para miles de migrantes mexicanos que residen en Estados Unidos.

Las comunidades poblanas en el país vecino están particularmente preocupadas, pues se estima que cerca de 90 mil personas originarias del estado de Puebla podrían estar en riesgo de ser deportadas.

Ante esta situación, organizaciones civiles han comenzado a trazar planes de contingencia para enfrentar el impacto de las deportaciones masivas que Trump ya ha prometido implementar.

Carlos Orea Alonso, director del santuario migrante Juárez, anunció en conferencia de prensa la creación de la casa "Simón Bolívar" en Puebla, un espacio destinado a recibir a aquellos que pudieran ser expulsados de Estados Unidos.

Orea Alonso destacó la necesidad urgente de contar con una infraestructura que brinde apoyo a los deportados, quienes enfrentarán desafíos significativos al retornar a un México que no siempre está preparado para recibirlos de manera adecuada.

El líder del santuario lamentó la postura de Trump, quien ha repetido su intención de implementar un programa de deportaciones masivas dirigido a los migrantes indocumentados provenientes de diversas naciones, incluyendo México. “Este no es solo un problema que afecta a los migrantes, sino a todas las familias mexicanas, que en muchos casos tienen algún ser querido en Estados Unidos buscando una vida mejor”, comentó Orea Alonso.

La Casa Simón Bolívar, que se planea inaugurar en los próximos meses, tiene como objetivo proporcionar asistencia inmediata, incluyendo alojamiento, orientación legal y apoyo psicológico a los migrantes que lleguen.

Sin embargo, el director del santuario también hizo un llamado a las autoridades locales, estatales y federales para que se implementen políticas públicas que puedan atender esta crisis de forma integral.

El panorama no es sencillo. Si bien las organizaciones civiles están tomando la delantera para planificar y ofrecer soluciones, el desafío que se presenta es mayúsculo.

Las deportaciones masivas de mexicanos podrían generar un flujo inesperado de personas que, aunque regresen a su país de origen, se encontrarán con una realidad económica y social compleja, especialmente si no se cuenta con los recursos o las políticas adecuadas para apoyarlos.

A pesar de que el gobierno de México ha reconocido la importancia de la migración como un fenómeno social y económico, aún persisten grandes retos en la integración de los deportados, lo que podría agravar aún más la situación.

Orea Alonso recordó que la migración no solo es un fenómeno de pobreza, sino también de búsqueda de oportunidades que no siempre están disponibles en las regiones más desfavorecidas del país.

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Foto cortesía

xmh