Un fascinante hallazgo en el lecho del océano Pacífico Oriental ha revelado un ecosistema marino hasta ahora desconocido, gracias a un robot de inmersión profunda. 

Este descubrimiento, publicado el 15 de octubre de 2024 en la revista Nature, incluye especies sorprendentes como los gusanos tubícolas gigantes, caracoles y gusanos de cerdas, que fueron encontrados a profundidades de 2.515 metros mediante el uso del vehículo teledirigido SuBastian.

La exploración se llevó a cabo en la Dorsal del Pacífico Oriental, una región caracterizada por su actividad volcánica. 

Los respiraderos hidrotermales en esta zona emiten agua caliente cargada de sustancias químicas, creando un entorno ideal para microorganismos, que son fundamentales en la cadena alimentaria y permiten la prosperidad de diversas formas de vida en los alrededores.

Sabine Gollner, bióloga marina y coautora del estudio, resaltó que este es el primer registro de vida animal en la corteza oceánica. Antes de este descubrimiento, solo se había documentado la existencia de estas especies cerca de los respiraderos, pero nunca en el subsuelo.

Uno de los aspectos más intrigantes es la adaptación de los gusanos tubícolas gigantes, que pueden alcanzar longitudes de hasta 3 metros.

 Estos organismos dependen de bacterias en su interior para transformar el azufre del agua en energía. Además, se ha observado que sus larvas tienen la capacidad de penetrar hábitats subterráneos, lo que evidencia una conexión significativa entre el fondo marino y los ecosistemas del subsuelo.