- Puebla
Sheinbaum busca desbaratar dinastías como las de los Celestino, De la Rosa y los Rivera
Ante una plaza de la Constitución abarrotada, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo expuso por enésima vez su proyecto de reforma política -del que habló varias veces a lo largo la campaña electoral-, pero en esta ocasión le agregó una importante novedad que es, no solamente se buscará eliminar la reelección de alcaldes, legisladores y senadores, sino también se intentará frenar a las dinastías, que es un vicio que se ha arraigado en Puebla y tiene en la 4T y el PRI, a varios importantes protagonistas.
Unas cinco horas después de rendir protesta como la primera presidenta de México, Sheinbaum expuso cien compromisos frente a miles de ciudadanos que, desde diferentes regiones del país, llegaron hasta el zócalo de la Ciudad de México para vitorear a la nueva mandataria. Ahí la titular del Poder Ejecutivo expuso dos planteamientos centrales del proyecto de reforma política:
“…en 2030, absolutamente ningún cargo de elección popular se someterá a la reelección. Ni presidentes municipales, ni senadores, ni diputados… también impulsaremos la prohibición de suceder a un familiar directo en los cargos de elección popular en el periodo inmediato en alcaldías, gubernaturas o la presidencia de la República. No al nepotismo”.
Dicho de otra manera, se quieren eliminar o acotar las dinastías políticas, que es un fenómeno que se repite mucho en Puebla y en la 4T es donde más casos han brotado.
Los Celestino que brincaron del PRI y el morenovallismo a la 4T
Ejemplo claro es el caso Coyomeapan, que es uno de los municipios más pobres y con más población indígena en el estado de Puebla. Ahí se ha vivido tres años recientes de violencia política, con una estela de asesinatos, enfrentamientos armados y encarcelamientos de activistas, como producto del dominio de una sola familia: los Celestino.
Todo empezó en la elección de 2010, cuando un joven médico –oriundo de Santiago Miahuatlán- de menos de 30 años de edad, David Celestino Rosas, ganó la presidencia municipal de Coyomeapan, un pequeño municipio que por la migración tiene actualmente la mitad de la población que había hace 50 años. No hay más de 2 mil habitantes y de ellos, solamente el 20 por ciento tiene los ingresos económicos suficientes para adquirir la canasta básica.
Una peculiaridad es que David Celestino, que no tenía mucha experiencia política en ese entonces, llegó por el impulso y sobre todo, el financiamiento de otros alcaldes de la Sierra Negra que ejercen un fuerte cacicazgo. Entre ellos estaba Ignacio Salvador, o mejor conocido como “Nacho Salvador”, que años más tarde siendo alcalde de Ajalpan tuvo que huir al ser acusado de contratar a un grupo criminal para actuar en esa región. Su lugar fue ocupado por su hijo, luego de que se esfumó por supuestos “problemas de salud”.
David Celestino llegó al cargo bajo las siglas del PRI, pero de inmediato se alineó a los intereses del gobernador de esa ápoca, el panista Rafael Moreno Valle Rosas.
Al siguiente trienio, con la decisión directa de Moreno Valle, se impuso en la alcaldía a Araceli Celestino Rosas, la hermana del médico David. Ella que había sido auxiliar del Ministerio Público, gobernó de 2014 a 2018, en un periodo especial que duró cuatro años y ocho meses.
En la siguiente elección, regresó al poder David Celestino, que se convirtió por segunda vez en alcalde, sin importar que ya la población estaba cansada de los abusos y ambición de la familia Celestino, que se ostentan como los únicos que pueden y saben gobernar.
Lo extraordinario ocurrió más tarde, cuando la familia Celestino abandonó al PRI y el morenovallismo, para sumarse a la 4T. Bajo las sigas de Morena y el PT, en 2021 ganó la alcaldía Rodolfo García López, quien es el esposo de Araceli Celestino.
No todo terminó ahí: Araceli Celestino se convirtió en diputada federal de la 4T y hace unas semanas, se estrenó como legisladora local de Morena, aunque ya se pasó a la bancada del PT. Y lo que resulta incomprensible es que en el Partido de Regeneración Nacional la presentan como una destacada “líder social”, cuando en realidad ha ejercido un violento cacicazgo.
Ahora el proyecto de reforma política de Claudia Sheinbaum busca frenar las sucesiones viciadas y autoritarias en cargos de elección popular, para evitar más casos como el de Coyomeapan.
Los De la Rosa con la bendición de la Luz del Mundo
Otro caso grave en la 4T es lo que pasa en Amozoc: en 2018, Mario de la Rosa Romero un personaje sin ninguna experiencia política, postulado por Morena y pastor de la iglesia de La Luz del Mundo, ganó la elección de alcalde por el arrastre lopezobradorista.
Desde que arrancó su gestión empezaron los escándalos: más de 100 parientes del edil en las nóminas del ayuntamiento; sus familiares exhibiendo excentricidades, como poseer un cachorro de león; la esposa del alcalde denunció públicamente violencia intrafamiliar y el municipio, se convirtió uno de los que tiene mayor crecimiento delictivo en el estado de Puebla. Hasta la fecha es una de las regiones más peligrosas de la entidad.
En 2020, un grupo de ciudadanos que protestaban por la inseguridad los reprimieron y los encarcelaron, sin importar que eran simpatizantes de la 4T.
Un año más tarde, todo apuntaba a que era imposible la reelección de Mario de la Rosa, pero Morena lo volvió a postular. Las encuestas indicaban que ganaba el PAN o Movimiento Ciudadano, pero sorpresivamente triunfo el aspirante de la 4T.
La explicación: se habría utilizado a cientos de supuestos fieles de la iglesia de La Luz del Mundo, que son oriundos de estados vecinos a Puebla, para que un año antes se empadronaran en Amozoc y el día de los comicios, sin ninguna dificultad pudieran votar por Mario de la Rosa, quien de esa manera libró el malestar ciudadano de quienes si viven en el municipio.
Las votaciones del pasado 2 de junio fueron ganadas por otro miembro de la familia en el poder: José Severiano de la Rosa Romero, hermano del actual alcalde, quien sacó una mayoría de votos bajo las siglas de Morena. Este hombre que es conocido como “Margarito”, también llegó al poder con el acompañamiento de los miembros de la iglesia de la Luz del Mundo.
Los Rivera querían todo el poder en la Sierra Norte
Otra familia que desborda su ambición y busca controlar todos los cargos a su alcance, es la familia Rivera, de filiación priista, que se sienten dueños de Chignahuapan y sus alrededores.
Para ejemplificar los que ocurre con esta familia es necesario apuntar lo siguiente: el padre, Lorenzo Rivera Sosa; la madre, Rosa María Nava Herrera; y el hijo, Lorenzo Rivera Nava, los tres pelearon para ser al mismo tiempo candidatos en el proceso electoral de este año. Solo la señora no lo logró, quien le exigía al PRI ser aspirante a diputada local por Tlatlauquitepec.
Lo más patético: Lorenzo Rivera Nava llegó –en 2021- al cargo de alcalde –de Chignahuapan con apenas 32 años de edad. El problema no es que fuera joven, sino que demostró mucha ineptitud como edil. El municipio empezó a registrar una escalada de ejecuciones, asaltos y de narcomenudeo, mientras el presidente local se pasaba la mayor parte de tiempo fuera de su demarcación, supuestamente promocionando turísticamente a la región.
El encargado de combatir la ola delictiva era su cuñado, a quien nombró como secretario de Seguridad Pública y nunca pudo –o no quiso- contener las ejecuciones y robos en esta área de la Sierra Norte.
Lorenzo Rivera Nava destacó porque le gustaba exhibirse con lujosos zapatos que, un solo par, equivale al salario mensual de dos o tres regidores del ayuntamiento. También se le vio, en varias ocasiones, fotografiado con Tania N, una candidata a diputada suplente del PRI que está actualmente encarcelada por supuestamente encabezar una red del crimen organizado.
Pese a todos esos escándalos, Lorenzo Rivera Nava pidió licencia para ser aspirante a diputado local y su padre, Lorenzo Rivera Sosa, se postuló como candidato a alcalde de Chignahuapan.
Es decir, el hijo era alcalde con licencia y el padre era candidato a presidente municipal al mismo tiempo.
Sin importar, que Lorenzo Rivera Sosa –el padre de la familia- ya fue alcalde entre los años 1999 y 2002, diputado local entre 2008 y 2011, así como legislador federal entre 2015 y 2018.
Al final la gente demostró ya estar cansado de los Rivera y les dio la espalda en las urnas. Lorenzo Rivera Nava –el hijo- fue derrotado dos a una por la candidata Kathya Sánchez, de Morena.
Columna de Fermín Alejandro García
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Foto: especial
ALR