Con 43 sillas vacías y los rostros de los normalistas impresos en ellas, la Universidad Iberoamericana (Ibero) de Puebla llevó a cabo una emotiva celebración eucarística para honrar a los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.

Durante la ceremonia, Arturo González González, SJ, director del Centro de Formación y Acompañamiento para el Desarrollo Integral, destacó: “Hoy es un día triste, pero vamos a unirnos a la esperanza de los padres por encontrar a sus hijos”. 

Su homilía estuvo impregnada de emoción y subrayó la importancia de mantener viva la esperanza en medio de la indignación acumulada a lo largo de la última década.

González también enfatizó que “orar es resistir, es amar; luchar es amar”, reafirmando el compromiso de la comunidad por seguir exigiendo justicia. En este sentido, recordó que los 43 normalistas son un claro ejemplo del abuso de poder, señalando que su caso representa el aplastamiento de los más vulnerables por parte de las autoridades.

El académico del Departamento de Ciencias Sociales, Mtro. Conrado Zepeda Miramontes, quien también ofició la ceremonia, reflexionó sobre el clima de impunidad que ha caracterizado estos diez años sin justicia. Destacó la importancia de alzar la voz contra la injusticia y de abrir caminos de esperanza.

La jornada culminó con el tradicional pase de lista, donde estudiantes recordaron a los normalistas desaparecidos, conectando sus propias historias con las de Christian, Abel, Aldo y los otros 40 jóvenes. A través de sus recuerdos y pasiones, como el fútbol, la cocina o el baile, se reitera la vida y el legado de estos jóvenes.

“No son números, ni fechas repetidas cada año: son personas; son estudiantes, hermanos, hijos, amigos”, concluyó el Mtro. González. “Así los recordamos y decimos sus nombres. Repetimos: nos faltan 43, porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”.