El Hijo del Santo, ícono de la lucha libre mexicana, protagonizó un evento insólito, al quitarse la máscara en un programa en vivo en televisión nacional.

El hecho ocurrió en un evento especial durante una conversación con Gustavo Adolfo Infante en el programa "El Minuto Que Cambió Mi Destino".

El luchador señaló que en más de cuatro décadas no ha revelado su rostro, a pesar de que ha apostado su máscara más de 40 veces.

Aunque inicialmente se mostró reacio a revelar su rostro, finalmente accedió a realizar el acto. Sin embargo, para mantener el misterio, se implementó un truco: las luces del set fueron apagadas mientras cambiaba de máscara. Al volver a encenderse, el luchador apareció con una nueva máscara, mostrando únicamente su barbilla.

En un momento emotivo, El Hijo del Santo expresó su incomodidad respecto a la decisión de su padre, el Santo, de quitarse la máscara en un programa en vivo poco antes de su fallecimiento.

“Mi papá lo hizo, pero a mí no me gustó que lo hiciera,” confesó Santo Jr., reflejando la importancia cultural y personal que la máscara tiene en la tradición de la lucha libre mexicana.

Este gesto de su padre, que ha marcado una parte significativa de su vida y legado, aún resuena profundamente en su visión del deporte y de la figura del enmascarado.

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