Las nueve mujeres que fueron rescatadas de su secuestro el pasado 20 de enero en la autopista Puebla-Orizaba, eran obligadas por sus plagiarios a realizar trabajos forzados, no recibían paga, les daban comida en mal estado y eran víctimas de vejaciones.

Así lo informó la Fiscalía General del Estado en conferencia de prensa este jueves, al señalar que fueron ubicadas por elementos de la Policía Estatal y Guardia Nacional cuando eran trasladadas en una camioneta Suburban y las custodiaban dos unidades más: una Nissan NP 300 y otra Chrysler Town and Country, todas con placas del Estado de México.

Una de las víctimas observó a una patrulla de la Guardia Nacional e hizo señas a los agentes con su mano, en señal de auxilio.

Al detener a las unidades, las seis adultas y tres menores de edad –de 17 y 14 años- denunciaron que eran llevadas a un anexo conocido como Centro de Regeneración “Adulam”, en Tlacotepec de Benito Juárez, donde eran obligadas a levantarse de madrugada y hacer trabajos forzados.

Si se portaban mal las dejaban sin comer y eran encerradas en la “enfermería”, amén de que los alimentos que recibían estaban en mal estado.

Asimismo les permitían bañarse una vez a la semana, pero frente a su “pastor”. Seis de ellas presentaban lesiones en brazos y manos.

Al momento de la detención, el grupo estaba en inmediaciones de una gasolinera, a la altura de San Agustín Tlaxco.

Tras ello, el 23 de enero un juez determinó legal la detención de Josefa N., de 50 años; Fermín N., de 46; Rubén N., de 39; Alejandro N., de 31; Carlos N., de 27; Ismael N., de 27; y Adriana N., de 23 años.

Fueron imputados por los delitos de privación ilegal de la libertad y trata de personas.

Su defensa solicitó la duplicidad del término legal para resolver su situación jurídica, por lo que la continuación de la audiencia será el 26 de enero, en tanto se mantienen en prisión preventiva oficiosa.

Foto: FGE

gse