El riesgo siempre está presente al momento de realizar cualquier operación en el mercado de divisas o actividad empresarial y puede aparecer de distintas formas. El principal es el riesgo de apalancamiento, aquel que aparece cuando se aumenta el tamaño de una inversión con capital prestado.

Sin embargo, existen otros factores que hay que tomar en cuenta al momento de invertir y se explican con más detalles.

¿Qué papel tiene el mercado de divisas?

El mercado de divisas rige la economía a nivel global, ya que permite el cambio de divisas de distintos países, garantiza el funcionamiento correcto de las transacciones internacionales y el comercio mundial.

Si el mercado de divisas no existiera, las compañías tendrían problemas para operar de manera regular con el mundo.

Además, los inversores pueden destinar una determinada parte de su capital a diferentes monedas y tratar de sacar provecho de los movimientos que experimentan según los tipos de cambios. Por ello, es muy importante la gestión del riesgo en este tipo de operaciones.

¿Cuáles son algunos de los riesgos del mercado de divisas?

Riesgo de mercado

Conocido como riesgo sistemático, es aquel que se presenta cuando diferentes factores inciden en el valor de un activo.

Es decir, es la amenaza que surge cuando el precio de un activo cambia porque cambiaron las condiciones del mercado. Tales como el tipo de interés, el precio o la modificación del valor de la materia prima.

El movimiento repentino que experimenta una determinada moneda se debe a acciones económicas, sociales y políticas. Estas variaciones dan lugar a pérdidas significativas cuando las personas invierten dinero en el activo y este cambia su valor de manera repentina. 

Ahora bien, este tipo de riesgo tiene varias consecuencias que se mencionan a continuación:

Riesgo de cambio transaccional

Si una empresa o inversor emplea el USD como divisa principal y realiza una transacción con España, esta última cobrará por el servicio en euros, lo que significa que es importante conocer cuál es el valor del euro en USD en ese instante, cuya relación se expresa en par de divisas USD/EUR.

Por lo tanto, la fluctuación que pueda experimentar el euro con respecto al dólar se llama riesgo de cambio transaccional. Y, si esta divisa experimenta una evolución desfavorable con respecto al USD, la organización o el inversor tiene una alta probabilidad de sufrir una pérdida debido al tipo de cambio.

Dentro del mercado de divisas esta es la consecuencia del riesgo de cambio. Entonces, si no se gestiona de manera adecuada, puede disminuir la rentabilidad y los márgenes de operación de una empresa.

Riesgo económico

Si una organización posee ciertos activos en otra divisa y el país de origen de la misma atraviesa una depreciación de su moneda, entonces se habla de un riesgo económico. La variación del valor del activo puede modificar el valor de la empresa y la dificultad para competir en el mercado a largo, mediano y corto plazo.

El mercado de divisas es utilizado para el comercio, motivo por el cual miles de inversores deciden participar en busca de beneficios. Pero, la fluctuación del valor de las divisas obliga a las personas a conocer cuáles son los distintos tipos de riesgos y a establecer diferentes estrategias de negociación para minimizarlos.

Riesgo de apalancamiento

En el contexto más específico del trading online existe el riesgo de apalancamiento.

Una operación financiera apalancada es en la que se emplea capital prestado para aumentar la rentabilidad económica de una inversión, ya sea negativa o positivamente. Por ejemplo, en el trading de forex y de otros activos es una estrategia que sirve para incrementar la exposición a un activo (un par de divisas en este caso) a través de dinero prestado por el bróker y con una pequeña inversión inicial por parte del trader que sirve como garantía. Las operaciones están apalancadas y por tanto magnifica las pérdidas cuando las operaciones no salen como se esperaba. El riesgo de experimentar altas pérdidas aumenta debido a que una pequeña fluctuación del mercado afecta la rentabilidad de la operación en una relación que es igual a la del apalancamiento utilizado.

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