Canadá anunció que prohibirá la importación de armas de fuego desde el 19 de agosto próximo, con la finalidad de disminuir la violencia armada en el país.

El ministro de Seguridad Pública, Marco Mendicino, manifestó que esas armas “tienen un sólo propósito, matar personas”.

La medida llega también después del repunte de los delitos relacionados con armas de fuego, ya que la última semana se registraron tres homicidios en 24 horas en la región de Montreal.

Además, en un comunicado, el gobierno aclaró que la restricción para particulares y empresas es temporal, establecida para “durar hasta que entre en vigor la congelación nacional”, que se espera que suceda para el otoño boreal.

Parte de las reacciones fue del grupo PolySeSouvient, que representa a sobrevivientes y familias de víctimas de la violencia armada, que avaló la medida por ser “importante e innovadora que sin duda retrasará la expansión del mercado canadiense de armas de fuego hasta que se apruebe el proyecto de ley”.

Sin embargo, expertos se mantienen escépticos sobre su eficacia, resaltado que el contrabando de armas desde Estados Unidos es el verdadero problema, muy a pesar de todas las medidas de Ottawa para intentar reducir la violencia armada.

Recientemente la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA, por sus siglas en inglés), dio a conocer de dos importantes incautaciones en el oeste del país de “armas de fuego fantasmas”, las cuales no tienen número de serie y son difíciles de rastrear.

Esto, luego de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció hace dos meses una propuesta de “congelación nacional de la posesión de armas de fuego” por recientes tiroteos en Estados Unidos, que mataron a 21 personas en una escuela primaria de Texas y a 10 en un supermercado en el estado de Nueva York.

foto: especial

mca