Al desahogarse la audiencia de vinculación o no a proceso en contra de Sergio y Diana, presuntos accionistas fundadores de la empresa identificada como Aras Investment Business Group, en Chihuahua, se detalló que ésta recurrió a diversos esquemas para captar recursos, incluyendo la oferta de invertir en complejos habitacionales en diversos estados del país, entre ellos Puebla.

En noviembre de 2021, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores informó que esta compañía forma parte del sistema financiero en México, por lo que no podía captar recursos y le ordenó la suspensión de sus actividades reservadas.

El Diario de Chihuahua detalló que en el proceso legal, dos testigos narraron que tras el crecimiento de Aras, la empresa ordenó en diciembre de 2020 que todos los contratos de los clientes fueran modificados para que pasaran de mutuo a compra-venta de acciones, haciéndoles firmar su renuncia a los términos previstos en el anterior convenio, pero respetando el 8 por ciento de rendimientos acordado en un inicio.  

El cambio de contratos implicó que se aprobaron porcentajes de rendimientos menores a los que se habían ofrecido inicialmente para clientes nuevos, con un rango del 3 al 6 por ciento.

­­Los testigos declararon que se les hablaba constantemente de proyectos importantes como el complejo departamental La Diosa, en Isla Mujeres, y el de la mina La Morita en Ascensión, sin embargo, nunca pudieron conocer detalles al respecto.

Uno de los testigos, que llegó a ocupar el cargo de gerente, señaló que cuando llegaban a solicitar información sobre las actividades de la empresa, o los cambios que se realizaban, siempre recibían negativas con el argumento de que eran asuntos confidenciales a los que sólo tenía acceso un “equipo secreto”,

Indicó que, a su llegada en noviembre de 2020, nunca tuvo contacto con la dirección de Aras, ni presencial ni virtual y la única comunicación que había era a través de mensajes de WhatsApp.

Fue en diciembre de 2020, cuando surgió la primera noticia negativa contra esta empresa y se convocó a más de 50 empleados para grabar un video en el que desmentía dicha información, asegurando que se trataba de una campaña desprestigio.

Una de sus estrategias fue sacar provecho de la crisis que atravesaba el sector gastronómico a causa de la pandemia de Covid-19, ofreciendo a los propietarios de restaurantes y bares hasta un 10 por ciento de utilidades para que pudieran reactivar sus actividades.

Los asesores ofrecían a los nuevos clientes porcentajes adicionales, además de que buscaban inversiones mínimas de 2 millones de pesos a través de Aras Exclusive, un proyecto sustentado en complejos habitacionales de lujo en Isla Mujeres, un ecoparque en Puebla y oficinas ostentosas, el cual se promocionada sólo en Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México.

En septiembre de 2021 fue cuando comenzaron a retrasarse los pagos. Esto redundó en que muchos de los accionistas comenzaran a retirar su capital, ante lo cual, la empresa exigió que se hablara con los clientes para evitar que la empresa se descapitalizara e impuso un plan de austeridad para reducir los gastos.

En noviembre de 2021 se comunicó que se suspenderían los pagos en general por 6 meses.

Todo se agravó cuando la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) emitió un comunicado en el que informaba que Aras no formaba parte del sistema financiero ni estaba autorizado para solicitar recursos del público.

Al desahogarse la audiencia de vinculación o no a proceso en contra de Sergio y Diana, presuntos accionistas fundadores de la empresa identificada como Aras Investment Business Group, en Chihuahua, se detalló que ésta recurrió a diversos esquemas para captar recursos, incluyendo la oferta de invertir en complejos habitacionales en diversos estados del país, entre ellos Puebla.

Foto: archivo m

gse