El empresario Riobóo, autor intelectual cancelación del Aeropuerto en Texcoco

¿Andrés Manuel López Obrador fue engañado?
¿Lo sorprendió el empresario José María Riobóo?
¿Fue decisión del propio AMLO?
¿Por qué la empresa francesa Navblue basó su dictamen en “los dichos” de Riobóo?
¿Por qué avalar traslado obra del nuevo aeropuerto de Texcoco al de Felipe Ángeles, que causó al Gobierno Federal pérdidas superiores a los 300 mil millones de pesos?
Interrogantes que tienen respuesta en el trabajo periodístico de Juan Carlos Rodríguez en El Sol de México, que a continuación se expone:
El empresario José María Riobóo, contratista cercano al expresidente Andrés Manuel López Obrador y principal promotor del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), fue el proveedor de la información en que se basó la empresa Navblue para elaborar el estudio que dio luz verde a la cancelación del aeropuerto de Texcoco y avaló la construcción de la terminal en Santa Lucía.
Para determinar si el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el AIFA (Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles) podía coexistir –factor que determinaría la cancelación de la mega obra en Texcoco-, Navblue debió hacer una investigación independiente, utilizar simuladores de vuelo para examinar el espacio aéreo y hablar con todos los sectores involucrados.
Sin embargo, la empresa de origen francés se confió en los datos proporcionados por personajes con claros conflictos de intereses.
¿PRUEBA CIENTÍFICA?
Añade el texto:
En la página 12 del documento que Navblue entregó al –entonces- presidente López Obrador, el cual sirvió como “prueba científica” de que el IFA era viable y que el nuevo aeropuerto era prescindible, se establece que “este estudio presenta propuestas de diseños conceptuales de alto nivel para futuras operaciones simultáneas entre MMMX y MMSM”, es decir, entre el AICM y el AIFA.
Después declara: “Los supuestos del proyecto se basan en la documentación proporcionada por Grupo Riobóo S.A., así como en fuentes adicionales del AIP de MMMX (AICM) o la trayectoria de vuelo de la plataforma FlightRadar24”.
CONTRATACIÓN DE NAVBLUE FUE POR QUE DICTAMINARÍA LO QUE AMLO QUERÍA
Para María Larriva Sahd, especialista en investigación de accidentes aéreos y quien durante décadas fue controladora de tráfico aéreo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la contratación de Navblue obedeció a que la empresa estaba dispuesta a dar su visto bueno a lo que López Obrador y sus leales quisieran plantear a cambio de dinero.
“Trajeron a Navblue, que por dinero avaló lo que ellos diseñaron. Navblue dice en sus documentos que trabajó con la información que le dio el ingeniero Riobóo”, así es que, si no funciona, dirá: “No es mi problema, yo trabajé con la información que me dieron, y este es el resultado”, dice Larriva en un documento publicado recientemente por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
De origen español, naturalizado mexicano, Riobóo es un ingeniero civil especializado en estructuras y proyectos de infraestructura. Su firma trabajó en proyectos clave de la Ciudad de México cuando López Obrador era jefe de Gobierno (2000-2005), como es el caso del Segundo Piso del Periférico, además de diversos viaductos, puentes y pasos a desnivel.
Durante el sexenio presidencial de AMLO (2018-2024), Riobóo fue uno de sus consejeros técnicos informales en temas de infraestructura. Aunque Grupo Riobóo no tenía contratos en el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) de Texcoco, jugó un papel clave como asesor técnico y conceptual en contra del proyecto.
Además de publicar un libro con el ingeniero agrónomo Sergio Samaniego sobre la pertinencia del aeropuerto de Santa Lucía, José María Riobóo argumentó públicamente que el suelo del Lago de Texcoco era inestable, que había riego de hundimientos por las condiciones geológicas y que los costos de mantenimiento y mitigación serían excesivos, por lo que era aconsejable cancelar el NAICM, decisión que causó pérdidas superiores a los 300 mil millones de pesos, concluye el periodista Juan Carlos Rodríguez.
Por lo anterior, vale el cuestionamiento: ¿Los 300 mil millones de pérdida valieron la pena, o son justificables, con el Aeropuerto Felipe Ángeles, que continúa sin despegar al estar subutilizado?
¿Inició operaciones el 21 de marzo de 2022, y una inversión de 75 mil millones de pesos, el AIFA será el sustituto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México?
Al tiempo.
 
 
clh