El 2024 sitúa a México y a Estados Unidos ante un panorama electoral que definirá el futuro inmediato de ambos países. Sin embargo, este año, marcado por los comicios en las dos naciones (que incluirán la renovación de las presidencias), también traen consigo la sombra de la posible candidatura de Donald Trump, cuyo retorno a la escena podría transformar la dinámica geopolítica en la región y el mundo.
Así, desde las elecciones presidenciales en nuestro país, el 2 de junio, hasta los comicios generales estadounidenses, en noviembre, el 2024 se perfila como un año en el que las decisiones en las urnas determinarán no solamente políticas, sino también las relaciones y el curso de la economía en ambos lados de la frontera. No obstante, la posible participación de Donald Trump es el elemento adicional que agita las aguas.
La presencia del expresidente republicano en el escenario político estadounidense ha sido históricamente controversial, de tal suerte que hoy, a pesar de enfrentar polémicas, juicios políticos y desafíos legales, su persistencia y avance en las recientes instancias, como el caucus en Iowa, demandan una atención especial por parte de México debido a varios motivos.
En primer lugar, se encuentra el impacto en las relaciones bilaterales, ya que las decisiones durante su mandato dejaron huellas profundas en ese ámbito; por ello, México debe observar de cerca toda señal que indique un retorno a políticas migratorias y comerciales hostiles. Asimismo, en política exterior y comercio, las medidas de la administración Trump marcaron un antes y un después, y cualquier cambio en su postura podría afectar directamente la economía mexicana y los acuerdos comerciales.
Otro motivo es la vuelta a la retórica antiinmigrante y el recuerdo de las políticas de seguridad implementadas anteriormente, que generaron tensiones. De ahí que la posible reinstauración de medidas similares podría tener un impacto directo en la seguridad y la crisis de migración que prevalece en la actualidad.
Debido a su cercanía geográfica y estrecha relación comercial, la incertidumbre política en Estados Unidos podría repercutir en la estabilidad en México. No debemos olvidar que América del Norte constituye una de las zonas económicas más importantes del planeta y que, por ese motivo, las decisiones políticas y económicas en ambos lados de la frontera tienen impacto en los mercados internacionales.
Por lo anterior, la elección de este 2024 no será una más para México, ya que no solo se elegirá el futuro político, sino que también se enfrentará al desafío que implica un eventual regreso de Trump a la escena política. El seguimiento atento de estos eventos nos permitirá tomar decisiones informadas y prudentes ante cualquier cambio que se presente en el vecino país del norte.
X y Facebook: @RicardoMonrealA
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El doctor en Derecho, Ricardo Monreal Ávila, nació el 19 de septiembre de 1960 en Plateros, Zacatecas, en el seno de una familia de catorce hijos.
Estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Zacatecas y luego cursó estudios de maestría y doctorado en Derecho Constitucional y Administrativo en la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 1975 comienza su trayectoria política militando en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), allí ocupó varios cargos: fue coordinador nacional de la Defensa Jurídica del Voto en la Secretaría de elecciones de la dirigencia nacional; presidió el Comité Directivo Estatal de Zacatecas y, posteriormente, fue secretario de Acción Política de la Confederación Nacional Campesina. En éste periodo de militancia participó en el Congreso de la Unión, fue diputado federal dos veces (1988-1991 y 1997-1998) y llegó al puesto de senador (1991-1997).
En 1998, Monreal Ávila abandona al PRI para unirse a las filas del PRD y contender, ese mismo año, a la gobernación del estado de Zacatecas.
Fue diputado federal en tres periodos: de 1988 a 1991 y de 1997 a 1998 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y entre 2012 y 2015 por Movimiento Ciudadano y por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Cumplió labores como senador en dos periodos, de 1991 a 1997 y de 2006 a 2012 por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT).
Ahora por tercera ocasión es Senador de la República y coordinador de la fracción parlamentaria de Morena.