Beatriz Paredes dio candidatura a Armenta, le dijo que sí, pero ante Mario Marín reculó

 
Corría 2009 y el gobernador Mario Marín Torres no cejaba su caminar del triunfo que obtuvieron los candidatos del PRI – 5 de julio- en las 15 diputaciones federales, dándole “zapato” al PAN, cuando los augurios por el caso Lydia Cacho, que lo mantuvieron en picota durante más de dos años, no en eran nada halagadores para el marinismo.
Un mes después de la victoria electoral, hubo una comida en Casa Puebla con directores de Medios de Comunicación, donde el mandatario da albazo de su sucesión al destapar a su “delfín” Javier López Zavala.
Justificó el adelanto: “Es necesario que se muevan los aspirantes”.
Le preguntaron sobre Blanca Alcalá.
“Está bien”.
Pero… “haber si no se le cae otro árbol”.
–En sarcástica referencia a un árbol que se cayó en el zócalo y mató a una niña-
¿Y López Zavala?
La respuesta de Marín no dejó la menor duda de quién era su favorito.
“Zavala ha trabajado mucho”.
“Se merece esto y algo más”.
Dos meses después del destape del marinista Javier López Zavala, la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional –CEN- del PRI, Beatriz Paredes Rangel, solicita audiencia con el mandatario.
En el despacho de Casa Puebla, sentados frente a frente, Beatriz le suelta a Mario:
“Gobernador, se está usted yendo por la libre”.
¿En qué?, cuestiona.
-Pues-, “ya destapó a López Zavala como su candidato, ignorando al CEN”.
Marín guarda largo silencio.
Paredes Rangel le muestra una encuesta que mandó hacer el PRI nacional.
Mire: “Zavala pierde… es un mal candidato”.
Sin ocultar enojo y molestia por tan lapidario apunte, el Ejecutivo ataja:
“Zavala es la mejor carta”.
“Enrique Doger perdería”.
“Y Alcalá no aspira candidatura”.
¿Por qué?, inquiere la dirigente priista.
“Porque ella se bajó”, subrayó el inquilino de Casa Puebla.
BPR: ARMENTA DEBE SER EL CANDIDATO
La reunión de Mario con Beatriz se efectuó bajo un ambiente tenso y tirante.
En tono burlón le dice a la ex gobernadora:
“No he hecho nada”.
“El Comité Ejecutivo Nacional tiene la facultad de designar al candidato”.
“Lo que he expuesto es que Zavala tiene los méritos”.
Paredes Rangel escuchaba y miraba fijamente al mandatario.
Marín le suelta a bocajarro:
“Si tú crees que hay otro candidato, impúlsalo, no te lo puedo impedir”.
“Si pones a otro… adelante”.
“Más no cuentes con el apoyo, ni la estructura del aparato, ni con recursos económicos”.
En tono irónico, don Mario continuaba el candente diálogo.
Beatriz Paredes le dio lapidaria respuesta:
“No te preocupes Mario, el Comité Nacional lo tiene previsto”.
Entonces, el mandatario escudriña:
¿Según tú quién está mejor que Zavala?
A bote pronto responde:
… “Alejandro Armenta”.
“Se incluyó a Armenta en la encuesta que mandó hacer el CEN y salió bien posicionado”.
Marín quedó mudo ante la carta que Paredes Rangel puso en la mesa.
No la esperaba.
Menos la imaginaba
Armenta era el dirigente estatal del Revolucionario Institucional, cargo al que accedió de la mano de Marín.
O sea, tanto Zavala como Armenta eran gente cien por ciento marinista.
Más don Mario estaba obcecado con don Javier.
“TÚ SERÁS EL CANDIDATO”, LE DICE BEATRIZ A ALEJANDRO
Sin más, la dirigente nacional del PRI se levantó casi al mismo tiempo que lo hizo el gobernador.
Tan ríspido fue el encuentro, que ni siquiera se dieron la mano.
Ella salió acompañada de un integrante del Comité Nacional.
Y él se quedó en su oficina de Casa Puebla.
Paredes Rangel marcó al celular de Alejandro Armenta –quien estaba esperándola- y le dice: “Espérame, voy para allá; apaga el teléfono”.
Sin preámbulo alguno, la aguerrida y experimentada política tlaxcalteca le aventó el misil:
“Armenta… tú serás el candidato a gobernador”.
Alejandro quedó boquiabierto y estupefacto.
Y antes de que reaccione, su líder priista lo acuerpó: “No te preocupes por los recursos de la campaña, ni por la estructura”. Hablaré con los gobernadores –del PRI- para que aporten dinero a la campaña y la estructura se te enviará del Comité Nacional.
¿Estás de acuerdo?
Sí, responde.
¿Aceptas la candidatura?
¡Claro que sí!, exclamó Armenta.
Y sellan el pacto por Casa Puebla, Beatriz Paredes & Alejandro Armenta.
ARMENTA ANTE MARÍN OPTA POR RECULAR
Ella emprendió el viaje de regreso a la Ciudad de México.
Y él se dirigió a Casa Puebla.
Marín recibió de inmediato a Armenta, quien le narra la plática con Beatriz Paredes y la propuesta que le hizo para que fuera el abanderado al gobierno.
“Me sorprendió su ofrecimiento”, le confesó al mandatario.
Para agregar:
“Si está de acuerdo en este momento le presentó mi renuncia a la dirigencia del PRI”.
“No, no, te quedas en el PRI y manda a la chin… a esa pin… vieja”, respondió Marín.
Y así fue.
Paredes Rangel hizo tremendo coraje.
Armenta continuó en la presidencia estatal del PRI.
Zavala fue el candidato tricolor.
Y Marín terminó entregando la gubernatura al panista Rafael Moreno Valle.
Vaya pasaje político-sucesorio.
Sí, porque 13 años después, pero con el traje de Morena, Armenta busca la candidatura al gobierno.
Sin olvidar que en 2019 perdió la interna ante Miguel Barbosa Huerta.
Por cierto, una parte de la anterior cita la escribió el periodista Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán en La Jornada de Oriente en febrero del 2021.
La otra parte fue plasmada a este tecleador por el personaje que acompañó a la entonces líder nacional del Revolucionario Institucional a la Casa Puebla que habitó el marinismo.
Marín en prisión y Armenta busca candidatura al gobierno.
¿Qué sigue?
Al tiempo.