El pasado 12 de junio, el Consejo Nacional de MORENA aprobó los lineamientos para elegir al coordinador o a la coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación. El método propuesto consiste en una encuesta realizada por el partido y otras cuatro casas encuestadoras independientes.
En tal sentido, rumbo a la contienda política de 2024, el bloque opositor decidió seguir los pasos de MORENA en lo que se refiere a la selección de aspirantes. Sin embargo, esta suerte de imitación plantea varios problemas.
En primer lugar, ahora con la denominación Frente Amplio por México y conformada por PRI, PAN, PRD y organismos de la sociedad civil, la oposición decidió adoptar una combinación de pasarelas, encuestas, así como una elección primaria para elegir a su candidata o candidato.
Una de las críticas principales a esta decisión es su imitación de MORENA en el proceso de selección. Asimismo, pese a que varias figuras (unas nuevas, otras ya tradicionales) han confirmado su participación, existen dudas legítimas sobre la del INE, la fiscalización y transparencia, los estudios de opinión, la jornada de consulta directa y la aceptación de los resultados.
La gente espera que la selección de la candidata o candidato se dé mediante un proceso democrático, sin influencias externas que puedan comprometer la pluralidad y la diversidad de ideas que se esperaría de una coalición como esa. Asimismo, es necesario reflexionar sobre su falta de originalidad y la aparente continuidad de sus mismas estructuras políticas.
Otro problema que enfrenta y que genera controversia es la reciente disolución del Consejo Electoral Ciudadano. Esto plantea dudas acerca de la transparencia y la equidad en la selección de aspirantes, así como sobre la legitimidad del proceso interno del frente opositor.
La democracia moderna nos ha enseñado que la participación de organismos ciudadanos en la supervisión y vigilancia de los procesos electorales es esencial para garantizar la equidad y la imparcialidad en las contiendas. De ahí que la ausencia de un órgano de este tipo pueda ser capaz de socavar la confianza en la coalición y generar dudas sobre la rendición de cuentas.
Vivimos un momento crucial para la política nacional, la antesala de un proceso electoral inédito y un panorama bastante competido. Las y los mexicanos esperan y merecen que haya altura de miras, madurez y civilidad.
Por eso, es necesario reflexionar sobre las decisiones que toma cada actor político, pero lo más importante: se deben buscar y nutrir mecanismos que fortalezcan la democracia que tanto esfuerzo ha costado alcanzar y, sobre todo, trabajar en lo personal y lo colectivo para impulsar una competencia electoral equitativa y que responda a las expectativas de la ciudadanía.
Twitter y Facebook: RicardoMonrealA
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El doctor en Derecho, Ricardo Monreal Ávila, nació el 19 de septiembre de 1960 en Plateros, Zacatecas, en el seno de una familia de catorce hijos.
Estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Zacatecas y luego cursó estudios de maestría y doctorado en Derecho Constitucional y Administrativo en la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 1975 comienza su trayectoria política militando en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), allí ocupó varios cargos: fue coordinador nacional de la Defensa Jurídica del Voto en la Secretaría de elecciones de la dirigencia nacional; presidió el Comité Directivo Estatal de Zacatecas y, posteriormente, fue secretario de Acción Política de la Confederación Nacional Campesina. En éste periodo de militancia participó en el Congreso de la Unión, fue diputado federal dos veces (1988-1991 y 1997-1998) y llegó al puesto de senador (1991-1997).
En 1998, Monreal Ávila abandona al PRI para unirse a las filas del PRD y contender, ese mismo año, a la gobernación del estado de Zacatecas.
Fue diputado federal en tres periodos: de 1988 a 1991 y de 1997 a 1998 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y entre 2012 y 2015 por Movimiento Ciudadano y por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Cumplió labores como senador en dos periodos, de 1991 a 1997 y de 2006 a 2012 por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT).
Ahora por tercera ocasión es Senador de la República y coordinador de la fracción parlamentaria de Morena.