Quien a hierro mata … a hierro muere; así aconteció con Melitón

La eminente emisión –primera quincena de noviembre- de la convocatoria para elección del comité sindical de la Sección 51 del SNTE en Puebla, permitirá en diciembre a 35 mil maestros, administrativos y trabajadores de la educación estatal elegir por primera vez a su nuevo líder magisterial a través del voto directo, después de 79 años de hacerlo vía “asamblea de delegados” donde se imponía el “dedo” del dirigente nacional en turno.

El nuevo esquema de elección llevó a que la ambición por apoderarse del control y manejo de la próxima dirigencia sindical se desbordara y saliera de control al ser infiltrada por “topos” de Gobernación, quienes pusieron al descubierto el juego perverso de Melitón Lozano Pérez, que le costó el cese fulminante de Secretario de Educación.

Previamente, la información de los “topos” de Segob había sido entregada al inquilino de Casa Aguayo.

Y la manifestación de abucheos al gobernador Miguel Barbosa Huerta durante la gira a Ayoxuxtla con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue la gota que terminó por derramar el vaso.

Una “fuente” –de la Sección 51- reveló a este espacio que Melitón Lozano utilizó a su primo Víctor Manuel Ríos de los Santos, secretario de Telesecundarias de la Delegación II-130, para ser el “correo del Zar” con profesores y trabajadores del magisterio estatal donde les pedía sumarse a la candidatura de Dinora García Hernández, titular del Fondo de Ahorro para el Bienestar de los Trabajadores.

Para ello, el entonces Secretario de Educación tejió con Jaime García Roque, dirigente saliente de la Sección 51 –lleva 6 años al frente del sindicato-, el empoderamiento de Dinora García a cambio de proteger su salida del comité, el cual se ha visto envuelto en constantes escándalos de nepotismo y corrupción.

Melitón Lozano, profesor normalista, del PRD pasó a Morena, dos veces alcalde de Izúcar de Matamoros y ex Diputado Local, tenía como objetivo “apoderarse” del sindicato magisterial, lo cual le serviría de plataforma para “ofrecer el voto” de 35 mil docentes y trabajadores al próximo candidato –candidata- morenista al Gobierno del Estado.

Ya fuera a las “corcholatas” barbosistas: Olivia Salomón Vivaldo, José Antonio Martínez y Sergio Salomón Céspesdes.

O bien, a Ignacio Mier Velazco y Alejandro Armenta Mier.

CACERÍA CONTRA ARÉCHIGA,

CIRILO SALAS Y DAVID MÉNDEZ

Antes de la operación de encumbrar a García Hernández, Lozano Pérez tenía claro que Guillermo Aréchiga Santamaría, entonces Secretario de Movilidad y Transporte –ex líder de la Sección 51 y ex legislador-, estaba trabajando soterradamente para perfilar al “delfín elbista” a la secretaría general de la Sección 51.

Y que Aréchiga contaba con el apoyo de su “madrina” Elba Esther Gordillo.

Por lo tanto, había que descarrilar el proyecto elbista.

Solo que para descarrilarlo, antes había que “reventar” –políticamente hablando- a Guillermo Santamaría.

Resulta que Aréchiga no únicamente fue sacado de su oficina por policías estatales, sino días después detenido y enviado al penal de San Miguel por presuntos actos de corrupción en otorgamiento de concesiones del transporte público.

La “caballería” se aderezó también contra Cirilo Salas Hernández, quien fue despedido de manera fulminante de su labor docente, requisándole la SEP la base sindical.

Casualmente, Cirilo Salas también fue Secretario General del sindicato de la 51, ex diputado y amigo de Elba Esther.

“Operación Cóndor” que abarcó a Alejandra Domínguez Narváez, al ser echada de la subsecretaría de Educación Obligatoria por elementos de la Estatal, quienes no le permitieron entrar a su oficina a sacar sus objetos personales.

Casualmente, Alejandra Domínguez es esposa de David Méndez Márquez, quien recibió llamada telefónica en su despacho de la Secretaría de Gobernación sobre la forma de actuar del Jurídico de la SEP en contra de ella.

Posteriormente, David Méndez también fue cesado de Gobernación.

QUIEN A HIERRO MATA…

A HIERRO MUERE

Vaya paradojas que tiene la vida.

Y la forma en que el bumerang regresa de donde partió.

Y cómo cobra vida la vieja frase:

Quien a hierro mata… a hierro muere.

Así aconteció con Melitón Lozano Pérez.

La forma en que actuó y operó contra sus rivales políticos, le regresó a través de la “mano poderosa” del inquilino de Casa Aguayo.

No solo fue exhibido social y mediáticamente de “alta traición” al barbosismo.

También le fue prohibida la entrada a su despacho.

Su oficina fue sellada.

Y la Secretaría de la Función Pública se aboca a levantar un inventario de plazas, inversiones, manejo del presupuesto, compras y adquisiciones.

Lo que puede desembocar en Carpetas de Investigación en la Fiscalía General del Estado.

De ser así, se cumpliría la máxima:

“Con la vara que mides… serás medido y un poco más”.

Al tiempo.