Si Rafael no hubiera muerto...hoy sería candidata al 2024
Martes, Julio 19, 2022 - 16:14
Elba Esther Gordillo, a sus 77 años de edad, posee firmeza, determinación y enjundia; además, con dominio pleno de la política nacional, sus entretelones y visitas en el despacho Presidencial de Los Pinos; así como del quehacer educativo y sindical.
Caminar que le llevó a ser querida, respetada, temida y odiada.
Sus relaciones, acuerdos, negociaciones y pactos fueron directos con los presidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón.
Lazo y puente que se quebró, y reventó, con Enrique Peña, quien dio el “vo.bo” para que fuera detenida y encarcelada en febrero de 2013.
Y se rehízo con Andrés Manuel López Obrador, quien, vía Julio Scherer Ibarra, obtiene su libertad.
Caminó por los sótanos del poder palaciego, lo mismo en la era de pleno dominio del PRI, que en el ayer con el PAN y hoy –todo hace indicar- se embarcará en el tren de Morena, rumbo al 2024, como ya lo hizo en los comicios de 2018.
Con escasos 25 años de edad la maestra rural, proveniente de Comitán, Chiapas, llega al municipio paupérrimo de Nezathualcóyotl, Estado de México.
Ahí encuentra el trébol de “cuatro hojas” y su vida da un giro de 360 grados, pues el entonces líder sindical Carlos Jonguitud Barrios la conoce en una ceremonia de la escuela primaria de Neza.
La maestra chiapaneca dio el discurso de bienvenida al profesor Jonguitud; fue tal su enjundia y vehemencia, que cautivó al dirigente y éste no dudó en incorporarla al comité sindical.
Arriba por primera vez a la Cámara de Diputados en 1979 representando al Distrito de Nezahualcótl; tiene un segundo periodo trienio 1985-1988, presidiendo la Cámara en septiembre de 1987, y una tercera curul de 2003 al 2006.
Y Senadora de la República, de 1997 al 2000.
Secretaria General del PRI, 2002 al 2005.
Dirigente de la CNOP, 1996-2002.
Y líder nacional del SNTE durante 24 años, del 24 de abril de 1989 al 27 de febrero de 2013.
Vaya historia de claros-obscuros de Elba Esther.
Para unos son más los obscuros que claros.
Para otros son más los claros que los obscuros.
Maestra rural que en pleno empoderamiento político-sindical tuvo pérdidas dolorosas, como la su nieto; y desafortunada en el amor con Arturo Montelongo Martínez y Francisco Arriola Urbina. Y recién casada con Luis Antonio Laguna.
De las dos primeras relaciones tuvo dos hijas: Maricruz Montelongo Gordillo, falleció de cáncer cuando ella estaba en prisión; y Mónica Arriola Gordillo.
LA MUERTE DE RAFAEL ME DEJÓ UNA HERIDA EN EL CORAZÓN
Gordillo Morales en su reaparición mediática en televisión –La Silla Roja de El Financiero– expuso:
“La muerte de Rafael Moreno Valle me dejó una herida en el corazón, lo mismo la de su esposa Martha Érika”.
Su voz se quebró al evocar a Rafael.
Sus ojos se cristalizaron.
Cruzó las manos y elevó la mirada al infinito.
No dudó al aventurar:
Si Rafael no hubiera muerto, les diría que sería el candidato a la Presidencia de México”.
Rafael tenía una excelente formación. Pero también poseía un carácter difícil.
Ello la llevó a poner en la mesa, que la “gubernatura de Rafael en 2010 no fue el pago de una cuota política”; la ganó en las urnas. Recordó que ella trabajó de activista y promotora.
¿La muerte de Moreno Valle fue resultado de un accidente?, inquirió el periodista Salvador Camarena.
Elba Esther miró de frente a la cámara. Fijó la vista en el piso. Irguió el cuerpo. Se meció los cabellos y respondió:
… “No sé”.
… “Me gustaría saberlo”.
… “Es una herida que tengo en el corazón”.
QUIERO A MARCELO
Sobre la sucesión Presidencial del 2024, la aún poderosa maestra se muestra cauta, mide las palabras para no desbocarse, pero a la vez dibuja amplia sonrisa al soltar el juego de palabras:
“Quiero a Marcelo” –Ebrard Casaubon–
Y cómo no va a querer a Marcelo, si en plena juventud fue alumno de Manuel Camacho Solís, quien lo formó y llevó de la mano desde que presidió la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Camacho Solís y Ebrard Casaubon negociaron con Andrés Manuel López Obrador, cuando llegó a la plancha del zócalo de la ciudad y se plantó con los trabajadores de limpia y Pemex de Tabasco.
El inquilino de Los Pinos era Carlos Salinas de Gortari.
Vaya historia que se entrelaza Elba Esther & Marcelo.
Han transcurrido 33 años del salinismo y camachismo, y en 2022 se da el reencuentro de la maestra con el hoy Secretario de Relaciones Exteriores, y serio aspirante a Palacio Nacional.
Elba Esther Gordillo sin unirse se unió a favor de la candidatura de Ebrard.
Ahí quedó grabada su expresión:
“¡Quiero a Marcelo!”.
¿O no es así, señor Canciller?
Al tiempo.
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Gerardo Pérez García