En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora cada 31 de mayo, entró en vigor el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador por el que se prohíbe la circulación y comercialización de dispositivos vaporizadores, cigarrillos electrónicos, sistemas electrónicos de administración de nicotina, sistemas similares sin nicotina y sistemas alternativos de consumo de nicotina, así como las soluciones y mezclas utilizadas en ellos, con objeto de hacer efectivo el derecho de toda persona a la protección de la salud y a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar.
En el decreto se explica que el uso de algunos de estos productos genera inflamación de las vías respiratorias, debido a los rangos de temperatura en que se producen elementos tóxicos irritantes que se incluyen en el aerosol, y se ha reportado que origina opacidades pulmonares visibles en tomografía, causando neumonía, baja oxigenación de la sangre e incluso falla respiratoria.
Otras autoridades ya se habían pronunciado al respecto. En 2021, la Secretaría de Salud, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Comisión Nacional contra las Adiciones (Conadic), emitió una alerta sanitaria para vapeadores y productos emergentes de tabaco, por ocasionar graves daños a la salud. Por su parte, el Senado de la República aprobó la prohibición de toda publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, y la nueva Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, en la cual se prohíbe la importación de los mencionados dispositivos electrónicos.
Para dimensionar la relevancia de este tema, vale la pena recordar algunos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS): en 2020, el 22.3 por ciento de la población del planeta consumía tabaco; cada año, más de 8 millones de personas fallecen a causa de ello, de las cuales 1.2 millones mueren a consecuencia de la exposición al humo ajeno; una de cada dos personas consumidoras fallecen por este hábito y sólo el cuatro por ciento de quienes intentan dejar el tabaco pueden hacerlo.
Por ello resulta relevante que la misma OMS otorgara el Premio de Reconocimiento Especial por las medidas impulsadas en el Gobierno de México para el control del consumo del tabaco en el país al presidente López Obrador, quien ha privilegiado los derechos de la población ante los intereses del mercado.
No obstante, existen voces opositoras que han argumentado que una política prohibicionista dará lugar a un mercado negro, lo que si bien es posible y se debe prevenir, no debe obstaculizar que se establezca un marco legal que proteja a la población de estos productos nocivos para el sistema respiratorio, en especial considerando los estragos que la COVID-19 causó y sigue causando sobre la salud pública.
La conmemoración del Día Mundial Sin Tabaco 2022 tiene como tema central el impacto ambiental de la industria de este producto, por lo que su lema es “El tabaco envenena nuestro planeta”, ya que también implica aumento en la tala de árboles, consumo de recursos hídricos y emisiones de millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA
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El doctor en Derecho, Ricardo Monreal Ávila, nació el 19 de septiembre de 1960 en Plateros, Zacatecas, en el seno de una familia de catorce hijos.
Estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Zacatecas y luego cursó estudios de maestría y doctorado en Derecho Constitucional y Administrativo en la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 1975 comienza su trayectoria política militando en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), allí ocupó varios cargos: fue coordinador nacional de la Defensa Jurídica del Voto en la Secretaría de elecciones de la dirigencia nacional; presidió el Comité Directivo Estatal de Zacatecas y, posteriormente, fue secretario de Acción Política de la Confederación Nacional Campesina. En éste periodo de militancia participó en el Congreso de la Unión, fue diputado federal dos veces (1988-1991 y 1997-1998) y llegó al puesto de senador (1991-1997).
En 1998, Monreal Ávila abandona al PRI para unirse a las filas del PRD y contender, ese mismo año, a la gobernación del estado de Zacatecas.
Fue diputado federal en tres periodos: de 1988 a 1991 y de 1997 a 1998 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y entre 2012 y 2015 por Movimiento Ciudadano y por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Cumplió labores como senador en dos periodos, de 1991 a 1997 y de 2006 a 2012 por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT).
Ahora por tercera ocasión es Senador de la República y coordinador de la fracción parlamentaria de Morena.