Ciudad de México.- La mañana del 2 de septiembre integrantes de colectivos Pro-Palestina, y activistas que defienden los derechos humanos, designaron el sitio donde se encontraba el antimonumento a las víctimas civiles de Gaza, frente a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), como la nueva Plaza “Palestina Libre”.

Durante una conferencia de prensa, destacaron que resistieron en el plantón durante 18 días para así exigirle al gobierno de la CDMX, y de la alcaldía Cuauhtémoc, respetar el sitio de memoria  y resistencia en honor a las víctimas del genocidio en Gaza. Indicaron que acusaran a las autoridades por cualquier daño que sufra.  

A través de las consignas “No es una guerra, es genocidio”, “Los niños de Gaza no son una amenaza” y “Si Ana Frank viviera, con Palestina estuviera”, exigieron al gobierno de México denunciar al régimen de Benjamín Netanyahu, a la par de que invitaron a sacerdotes de varias denominaciones a bendecir este lugar.

En un acto de solidaridad con las infancias de Gaza, el sacerdote anglicano Arturo Carrasco Gómez y el metodista Samuel Murillo, insistieron en que los niños no son una amenaza terrorista, para denunciar que las masacres, así como hambrunas, deben de obligar al gobierno mexicano ha romper relaciones con Israel.

“El Estado de Israel ha llevado a cabo, como objetivo sistemático, asesinar de una manera sanguinaria a periodistas que cubren permanentemente los crímenes cometidos contra el pueblo palestino. Es evidente que todo esto tiene la intención de borrar todo testimonio y evidencia de sus crímenes”, vocearon activistas.

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Foto: La Jornada // La Rioja

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