Las lluvias que han caído en agosto han traído algo de alivio al Sistema Cutzamala, una de las principales fuentes de agua para el Valle de México. De acuerdo con datos recientes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el sistema registra un almacenamiento general del 68.74%, una cifra que rompe con la racha negativa que se arrastraba desde el año pasado.

Este repunte en los niveles ocurre gracias a las precipitaciones constantes registradas en la región centro del país durante las últimas semanas. Aunque no se han presentado lluvias extremas todos los días, la acumulación de agua ha sido suficiente para mejorar el nivel en las tres presas que integran el sistema: Villa Victoria, Valle de Bravo y El Bosque.

En comparación con el mismo periodo de 2024, cuando el sistema apenas alcanzaba poco más del 41%, la diferencia actual resulta significativa. Por ejemplo, Valle de Bravo, la presa con mayor capacidad, se encuentra cerca del 78%, más del doble de lo registrado hace un año. Villa Victoria y El Bosque también muestran avances importantes, al rondar el 59% cada una.

Aun con esta recuperación, especialistas en temas hídricos advierten que no es momento de bajar la guardia. El Valle de México continúa enfrentando una crisis estructural en su abasto de agua, no solo por la sequía de años recientes, sino por la creciente demanda, las fugas en la red y la sobreexplotación de acuíferos.

El Sistema Cutzamala abastece alrededor del 25% del agua que consume la Zona Metropolitana del Valle de México, principalmente a través de la planta potabilizadora de Los Berros, ubicada en el Estado de México. Esta infraestructura trata el agua que viaja más de 300 kilómetros desde Michoacán y el Estado de México hasta llegar a la capital.

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