En medio de una intensa competencia en el terreno militar, ingenieros en Járkov trabajan contra el reloj para mejorar y aumentar la producción de drones kamikaze controlados mediante un fino cable de fibra óptica. Aunque más lentos y complejos de manejar, estos aparatos son inmunes a interferencias electrónicas, lo que les permite alcanzar objetivos a mayores distancias.

Las fuerzas rusas fueron las primeras en emplear masivamente este tipo de drones para emboscar vehículos militares entre 5 y 15 kilómetros del frente, afectando la logística ucraniana. Ahora, pequeños fabricantes ucranianos buscan igualar la capacidad de Moscú, que cuenta con empresas e instituciones estatales bien financiadas. “Los rusos siempre producirán más drones que nosotros, así que debemos asegurarnos de que los nuestros sean mucho mejores”, señaló Vlad, representante de una empresa de robótica local.

El desarrollo implica retos técnicos, desde la resistencia del cable hasta el diseño del fuselaje, para soportar peso y condiciones adversas. Los modelos actuales alcanzan 20 kilómetros, pero se prueban versiones con un rango de hasta 40. Sin embargo, aumentar la autonomía exige bobinas y baterías más pesadas, lo que reduce la carga explosiva. Además, Ucrania enfrenta dificultades para obtener componentes debido a su acceso limitado a proveedores chinos, a diferencia de Rusia.

Los fabricantes en Járkov destacan su ventaja: el uso inmediato de los drones en el campo de batalla y la retroalimentación directa de los soldados, lo que permite mejoras rápidas. “O luchamos y ganamos o estamos muertos”, subraya Antón, ingeniero que antes fue programador y músico. Pese a los bombardeos, la producción descentralizada dificulta su destrucción. “Es como intentar destruir internet. La red de producción de drones resistirá sin importar cuánto lo intente Rusia”, afirmó.

¿Quieres mantenerte al tanto de todas las noticias hoy en Puebla? ¡Explora más en nuestro portal ahora mismo!

foto: Redes sociales

djs