Atlixco, Pue.- La vida de María Esther Ocampo, una joven atlixquense de apenas 20 años de edad, dio un vuelco trágico semanas atrás. Hasta hace un mes se dedicaba a la creación de figuras, como por ejemplo dinosaurios, con papel y engrudo.

Las elaboraba para después intentar venderlas en las calles de su colonia y de esta ciudad y de esa manera ganarse la vida y de paso apoyar económicamente a sus padres, ambos adultos mayores.

Pero todo cambió cuando apareció una presunta infección intestinal severa la cual deterioró rápidamente su salud. El cuadro clínico se agravó a un punto: las convulsiones ya padecidas se intensificaron pasando de esporádicas a casi diarias.

Hoy María Esther permanece intubada en un hospital público de la ciudad de Puebla en estado delicado, pero con signos de posible recuperación. La situación dejó a su familia devastada emocional y económicamente.

Su padre, Claudio Ocampo de 82 años de edad y vendedor de gelatinas en la vía pública, solicitó apoyo económico de manera pública. La comunidad respondió con solidaridad, pero los gastos hospitalarios, medicamentos y traslados siguen acumulándose. La historia de María Esther es un llamado a la conciencia y la empatía.

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