En el marco del fallecimiento del legendario vocalista de “Black Sabbath”, Ozzy Osbourne, el pasado 22 de julio tras años de su lucha contra el Parkinson, montones de fanáticos vestidos de púrpura y negro realizaron un ultimo recorrido en honor del mítico e influyente artista, en Birmingham, Inglaterra, junto a su familia.

La multitud fue acompañada por una carroza fúnebre que transportó el ataúd del “príncipe de las tinieblas”, el cual se encontraba cubierto de rosas que formaban el nombre Ozzy. El pequeño homenaje se realizó afuera de la casa de la infancia de este icono, con montones de amantes de su música celebrando su legado.

“Ozzy fue más que una leyenda de la música, fue un hijo de Birmingham. Para la ciudad era importante rendirle un homenaje digno a una persona que no solo nos puso en el mapa, sino que lleno de emoción, amor y alegría a montones de personas por 55 años”, declaró el alcalde de esta localidad inglesa, Zafar Iqbal.

De acuerdo con muchas de los presentes, este homenaje comenzó la mañana del 30 de julio en la Calle Broad, donde se instalaron sillas para quienes querían estar cerca del cantante previo a su entierro. Para la sorpresa de muchos, el evento supero la afluencia esperada, con cientos de miles llegando a esta zona.

Montones de personas recorrieron esta calle junto a la controversial esposa del cantante, Sharon Osbourne, así como sus tres famosos hijos, Aimee, Jack y Kelly, quienes en su llanto saludaban a la gente y cantaban con ellos, tristes por el fallecimiento, pero felices de que la cabecera de esta familia va a ser recordado.

El clímax de esta despedida se dio frente al llamado Black Sabbath Bridge, donde la familia Osbourne puso flores en el famoso banco donde se encuentran imágenes de cada uno los integrantes de esta banda, con la foto de Ozzy teniendo un anuncio de muerte decorado con una montaña de flores, globos y cartas.

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Foto: BBC // AP

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