Los descendientes de Sidney Daniels, un joven trabajador que logró sobrevivir al hundimiento del Titanic, han decidido conservar una carta histórica escrita por él tras la tragedia, pese al alto valor económico que podría alcanzar.

Durante una emisión reciente del programa británico Antiques Roadshow, de la BBC, los hijos de Daniels sorprendieron al público al presentar una carta original que su padre escribió después del desastre. El documento permaneció guardado en el bolsillo de su uniforme durante el naufragio y ha sido resguardado por la familia por más de un siglo.

La experta Hilary Kay, encargada de la evaluación, calificó la carta como un objeto de “valor histórico extraordinario” y estimó que su precio podría llegar hasta 10 mil libras esterlinas, equivalentes a aproximadamente 230 mil pesos mexicanos. Sin embargo, los herederos de Daniels dejaron claro que para ellos su valor emocional es incalculable y no tienen intención de desprenderse de ella.

El relato de una noche trágica

En el programa, los hijos del sobreviviente compartieron la experiencia que su padre vivió la noche del 14 de abril de 1912. Su hija recordó que era domingo cuando fue despertado bruscamente por el vigilante nocturno entre gritos y golpes. “Pensaron que era un simulacro”, relató.

A sus 18 años, Sidney recibió la orden de despertar a los pasajeros en sus camarotes. Algunos se negaban a salir, convencidos de que el barco no podía hundirse. “¿Qué va a saber este muchacho? El barco es insumergible, no vamos a subir a cubierta”, recordaron que decían los viajeros.

Cuando los botes salvavidas ya se habían marchado, y el agua le llegaba a las rodillas, Sidney tomó la decisión de lanzarse al mar. En el agua logró alcanzar un salvavidas, pero estaba demasiado cerca del buque, por lo que convenció a otro náufrago de alejarse nadando para evitar ser absorbidos por el hundimiento.

La estrella, el himno y la carta

El hijo de Daniels relató que, en medio de la oscuridad, su padre vio una estrella y pensó que era su madre, por lo que nadó hacia ella. Ambos hombres encontraron una balsa volteada y se aferraron a ella.

En un momento, Sidney, agotado, dijo que quería dormir. “Si te duermes, será la última vez”, le advirtió su compañero. Para mantenerse despiertos, comenzaron a cantar himnos.

Milagrosamente, la carta que Sidney llevaba esa noche quedó protegida entre su ropa mojada y logró sobrevivir al naufragio. Hoy, más de 110 años después, sus hijos la conservan como un testimonio tangible de aquella tragedia.

La especialista Hilary Kay expresó su asombro al tener la carta en sus manos: “Es un objeto extraordinario. Cualquier cosa relacionada con el Titanic tiene un poder especial sobre las personas. Tener algo tan cercano a ese momento histórico es realmente impactante”.

Pese al interés de coleccionistas y al valor que podría alcanzar en subastas, la familia Daniels rechazó todas las ofertas. “Es parte de nuestra historia y queremos que siga con nosotros”, afirmaron.

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Foto: IA

djs