Después de más de una década de disputas legales, la batalla entre Paulina Rubio y su exesposo Nicolás Vallejo-Nájera “Colate” por la custodia de su hijo Andrea Nicolás dio un nuevo giro. Esta vez, la jueza a cargo del caso en una corte de Miami, Florida, decidió autorizar que el adolescente, de 14 años, pase el resto del verano en España con su padre, algo que la defensa de la cantante intentó evitar sin éxito.

La decisión judicial llega en un momento tenso, tras una serie de declaraciones que encendieron aún más el conflicto familiar. El menor expresó su negativa a regresar a casa con su madre después de una visita con Colate, lo que motivó a los abogados de Rubio a acusar a su exmarido de secuestro. Sin embargo, la corte no dio lugar a esa denuncia y optó por permitir el viaje, aunque bajo ciertas condiciones.

Una de ellas es que Paulina debe llevar y recoger personalmente al menor desde España. Esta medida busca evitar nuevas tensiones legales o acusaciones cruzadas que, como ha quedado claro, no han hecho más que alargar un proceso que ya supera en duración al propio matrimonio de la pareja, que terminó en 2011.

La historia de esta disputa comenzó en 2012, poco después del divorcio. Desde entonces, Paulina y Colate han estado envueltos en audiencias, declaraciones públicas y decisiones provisionales que no han logrado resolver de fondo quién debe tener la custodia principal de Andrea Nicolás. Aunque ambos padres residen en Miami, las tensiones no han cesado. En esta ocasión, el menor manifestó su deseo de pasar más tiempo con su papá, lo que fue considerado por la jueza para autorizar el viaje.

El caso está lejos de cerrarse. Una nueva audiencia deberá determinar, al finalizar el verano, con quién vivirá el adolescente de forma permanente. Mientras tanto, Paulina sostiene que su hijo está siendo manipulado emocionalmente por Colate, mientras que el padre asegura que solo está buscando el bienestar del menor.

Andrea Nicolás es el hijo mayor de la cantante. Además, Paulina es madre de Eros, su segundo hijo, fruto de su relación con el también cantante Gerardo Bazúa, con quien mantiene otra dinámica compleja, aunque menos mediática. Tanto Bazúa como Colate residen en la misma ciudad que la cantante, un intento de estar cerca de sus hijos pese a los desacuerdos y pleitos legales.

Por ahora, Nico pasará el verano en Europa. Su futuro, sin embargo, sigue en manos de un juez.

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foto cortesía 

xmh