Este sábado durante la 47 Sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, el peregrinaje conocido como Tatehuarí Huajuyé (El Camino de Nuestro Abuelo Fuego) se convirtió también en el primer bien de América Latina que comprende un itinerario cultural de tradición indígena viva que atraviesa cinco estados del centro-norte de México: Nayarit, Durango, Jalisco, Zacatecas y San Luis Potosí.

Después de 30 años la Ruta Huichol quedó inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)

Está conformada por 20 sitios sagrados fundamentales para la cosmovisión del pueblo wixárika a lo largo de un corredor biocultural de 500 kilómetros de extensión, que atraviesa tres ecorregiones de importancia para el país —Golfo de California, Sierra Madre Occidental y desierto de Chihuahua—, y de relevancia planetaria por su biodiversidad.

Cabe destacar que desde 1994, Conservación Humana dio inicio al trabajo conjunto con las comunidades huicholas para proteger sus sitios sagrados, lo que representó un gran reto, pues abarca elementos naturales, como manantiales, ríos, montañas, cuevas y desierto cuyo valor es espiritual, ritual y simbólico

Con esta denominación se reconoce un paisaje cultural excepcional que combina lo natural con lo espiritual que ha estado resguardado por los wixáritari desde tiempos ancestrales.

Diego Prieto, director del INAH, comentó “hoy, esa sabiduría espiritual ha sido reconocida como un legado para toda la humanidad, como algo que hay que estudiar, valorar, proteger, respetar, salvaguar.

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Foto Archivo

LMR