El auge de los juguetes de diseñador ha llegado hasta las vitrinas más exclusivas del mundo. En medio del furor global por los Labubu, esos muñecos de plástico coleccionables que han conquistado tanto a jóvenes como adultos, la casa de moda Louis Vuitton decidió no quedarse atrás y acaba de lanzar una línea propia de figuras de lujo: la clásica muñeca Vivienne, ahora en nuevas versiones, y una colección inédita de ositos llamados Louis Bears.

Ambas líneas están pensadas no solo como objetos de colección, sino como accesorios premium que pueden usarse como llaveros o colgarse de bolsas, mochilas o incluso maletas de viaje. Eso sí, al estilo de LV, los detalles están cuidados al milímetro: piel, herrajes metálicos, bordados finos y colores vibrantes, todo diseñado para quienes quieren presumir exclusividad en forma de juguete.

La muñeca Vivienne regresa en ocho versiones distintas, cada una con estilo propio: algunas traen gafas de sol, otras una raqueta de tenis, una más luce pashmina o accesorios dorados. Todas portan su bolso Louis Vuitton en miniatura, lo que refuerza su identidad como símbolo de la marca. En paralelo, los Louis Bears aparecen como novedad: cuatro ositos con diferentes combinaciones de ropa y accesorios que van desde una gorra hasta un pañuelo de seda.

Estos nuevos lanzamientos no ocultan su intención: competir con los coleccionables de moda, pero desde una visión de lujo. Mientras los Labubu pueden costar unos cientos de pesos y se compran por sorpresa en cajas misteriosas, los charms de Louis Vuitton alcanzan precios superiores a los mil dólares, con venta directa en tiendas físicas y el sitio web oficial.

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Foto cortesía

xmh