Coronango, Pue. -  Lo que empezó como una escena del crimen ya conocida en Puebla —un vehículo abandonado con restos humanos— terminó revelando algo más grave: el uso de explosivos improvisados en zonas pobladas. Autoridades estatales confirmaron el hallazgo de un nuevo artefacto enterrado en las inmediaciones del Antiguo Camino a Miahuacán, en Coronango, justo donde días antes ya habían estallado otros dos dispositivos.

El explosivo fue detectado dentro del perímetro de seguridad de 30 metros establecido tras las detonaciones del pasado lunes. El dispositivo, que estaba enterrado y contaba con un mecanismo de activación remota por celular, fue neutralizado por personal del grupo antiexplosivos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP).

Durante el operativo, también fueron encontrados tres paquetes con restos humanos en la misma zona. El lugar sigue bajo vigilancia de fuerzas estatales y federales, mientras la Fiscalía General del Estado (FGE) continúa con la investigación para determinar la identidad de las víctimas, el tipo exacto de explosivo y si los hechos están relacionados con alguna célula del crimen organizado.

Explosiones, restos y una escena planeada

El pasado lunes, policías y personal ministerial realizaban el procesamiento de un vehículo con reporte de robo, que tenía bolsas con restos humanos en su interior, cuando se registraron dos explosiones. El incidente dejó a dos elementos de seguridad lesionados. Los primeros reportes indican que los explosivos fueron colocados estratégicamente para detonar al paso del personal.

Tras ese atentado, se llevó a cabo un barrido en la zona. Fue durante ese seguimiento que se encontró el nuevo artefacto enterrado. Las autoridades detectaron también cráteres de hasta 50 centímetros de profundidad, resultado del impacto de los explosivos anteriores, lo que da cuenta de su capacidad destructiva.

¿Qué dicen las autoridades?

El titular de la SSP en Puebla, Francisco Sánchez González, calificó los hechos como un ataque directo contra las fuerzas del orden. Por su parte, el gobernador Alejandro Armenta sugirió que el crimen organizado podría estar detrás del ataque, como respuesta a los operativos recientes en la región.

No es la primera vez que este municipio está en la mira. En los últimos meses, Coronango ha sido punto de paso y enfrentamientos entre grupos delictivos dedicados al huachicol, extorsión y otros delitos. La presencia del Ejército y la Guardia Nacional se ha vuelto constante en ciertas zonas del estado.

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Foto archivo

xmh