En Coatzacoalcos, Veracruz, las autoridades descubrieron una refinería ilegal vinculada con redes de huachicol, donde almacenaban más de 500 000 litros de crudo robado y contaban con equipo para procesar combustibles sin permisos, informó ayer la Presidenta Claudia Sheinbaum durante su conferencia matutina.

El hallazgo fue posible gracias a trabajos de inteligencia de campo y sobrevuelos de reconocimiento, según explicó el titular de la SSPC, Omar García Harfuch. En el sitio se hallaron instalaciones utilizadas para producir diésel artesanal, nafta ligera, aceites tratados y combustóleo, sin cumplir las normas ambientales ni de seguridad.

Diferentes cuerpos federales —la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Aduana y la Fiscalía General de la República (FGR)— están trabajando en conjunto para incautar los tanques, vehículos y transporte utilizados por esta red delictiva. Se espera que las investigaciones permitan identificar a los responsables, incluida la posible participación de técnicos e incluso personal de Pemex.

Sheinbaum resaltó que la indagación es “muy profunda” y aseguró que no se protegerá a ningún funcionario involucrado, aun si los requeridos fueron ingenieros o excolaboradores de la petrolera estatal .

Contexto nacional y amenaza ambiental

Este caso se suma a recientes decomisos en otras regiones: en Nuevo León, se aseguran 1.2 millones de litros de hidrocarburo; en Tabasco, más de 3 millones de litros fueron incautados en mayo.
Los operativos recientes, junto con el de Veracruz, muestran la persistencia de una estructura criminal bien organizada, que opera no solo en logística sino también en importación y refinación clandestina de combustibles, como lo revelan decomisos previos en Tamaulipas por parte de la Marina.

Además, estudios de seguridad han señalado que en zonas como Veracruz y Puebla los delincuentes también se dedican al robo de pipas y equipos, enterrándolos o almacenándolos en terrenos ocultos, y generando riesgos de derrames u explosiones.

Riesgos y posibles impactos

Las refinerías clandestinas son bombas de tiempo para las comunidades: operan sin controles, descargan residuos tóxicos y activan focos de incendio. Además, la mezcla de crudo y aditivos sin supervisión técnica aumenta su peligrosidad.

Las instituciones federales han reportado que los robos de hidrocarburos le han costado a Pemex hasta 75 710 millones de pesos entre 2019 y 2024, y un organismo de gasolineros estima que 30 % del combustible en el país circula ilegalmente

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xmh