Aunque el huracán Erick se degradó a categoría 1 tras tocar tierra, sus efectos siguen siendo peligrosos. Lluvias intensas, marejadas y deslaves amenazan distintas zonas del país, recordándonos lo importante que es prepararse antes de que llegue la emergencia.

Las pérdidas materiales por fenómenos naturales como huracanes, inundaciones o sismos pueden ser devastadoras, especialmente cuando afectan viviendas o negocios construidos con años de esfuerzo. Tener una estrategia de prevención puede marcar la diferencia entre una crisis total o una recuperación más rápida.

¿Qué puedo hacer para proteger mi patrimonio?

Expertos en gestión de riesgos coinciden en que hay acciones básicas pero efectivas para mitigar daños. Aquí algunas recomendaciones clave:

1. Identifica los riesgos en tu zona
   No solo los estados con playa están expuestos. Aunque las costas de Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Quintana Roo suelen estar en la mira de los huracanes, también hay zonas en el centro y norte del país con historial de inundaciones o deslaves. El Atlas Nacional de Riesgos es una herramienta pública que te permite conocer el nivel de peligro de tu localidad.

2. Ten un plan de emergencia
   Más allá de guardar víveres o tener linternas, es importante definir rutas de evacuación, puntos de reunión, números de emergencia y un protocolo para proteger documentos importantes, mascotas y objetos de valor.

3. Asegura tu casa o negocio
   Aunque muchas personas lo ven como un gasto, contar con un seguro contra desastres naturales puede ayudarte a recuperar desde electrodomésticos hasta daños estructurales. También hay coberturas que aplican a objetos personales, obras de arte o equipos de trabajo.

4. Considera lo que viene después
   Cuando un local comercial o una empresa se inunda, el problema no es solo el mobiliario dañado. Hay pérdidas indirectas: se dejan de percibir ingresos, se deben seguir pagando rentas o sueldos. Algunas pólizas pueden cubrir estos costos y darte un respiro en lo que todo vuelve a la normalidad.

Factores que complican la situación

Además del aumento en la intensidad de los fenómenos naturales, factores como el cambio climático, el desorden urbano y la poca cultura de prevención han hecho que los daños por huracanes o lluvias extremas sean más frecuentes. Es por eso que actuar a tiempo no es una exageración, sino una necesidad.

En palabras de varios especialistas, lo más importante es que la gente no espere a que le pase algo para tomar medidas. Un seguro, un plan básico y conocer los riesgos del entorno pueden hacer una gran diferencia cuando la naturaleza golpea.

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foto cortesía 

xmh