En medio del clima de tensión generado por las protestas contra las redadas antiinmigrantes en California, el gobierno de Estados Unidos decidió aumentar la presión sobre quienes participaron en actos violentos durante las movilizaciones del fin de semana. Mientras el presidente Donald Trump anunció un despliegue fuerte de la Guardia Nacional para “restaurar el orden”, la Casa Blanca lanzó una recompensa de hasta 50 mil dólares por información que permita capturar a cuatro personas señaladas de atacar a las fuerzas federales.

La polémica se intensificó después de que el sábado un grupo de manifestantes en Paramount, California, lanzara piedras contra vehículos oficiales, entre ellos unidades de la Patrulla Fronteriza, y causara heridas a un agente. Este episodio derivó en un llamado oficial a identificar y detener a los presuntos responsables.

Donald Trump no tardó en calificar a los manifestantes violentos como “alborotadores e insurrectos”, y criticó duramente a las autoridades locales, incluyendo al gobernador de California, Gavin Newsom, y a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, a quienes acusó de no haber manejado bien la situación en la segunda ciudad más grande del país.

En contraste con esta postura, el embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, publicó en su cuenta de X (antes Twitter) que los “manifestantes violentos en Los Ángeles no representan al pueblo mexicano”, al que describió como “digno y trabajador”. Johnson aseguró que las acciones federales buscan “proteger a todas las comunidades y reforzar el Estado de derecho”, además de destacar la relación cercana y la cooperación entre México y Estados Unidos.

Esta declaración ocurre en un momento delicado, justo después de que el gobierno mexicano rechazara públicamente las redadas y manifestara su preocupación por el incremento de estas operaciones en territorio estadounidense. También es una semana después de que ambos países reafirmaran su colaboración para frenar el tráfico de fentanilo, un tema sensible para la seguridad bilateral.

Por su parte, el FBI en Los Ángeles difundió un póster donde se ofrece una recompensa para quien brinde información que ayude a la captura de cuatro sospechosos. Los individuos están acusados de causar daños a vehículos oficiales y agredir a un agente durante las protestas en Paramount, específicamente en la calle Alondra Boulevard, cerca de un centro comercial Home Depot donde se registraron arrestos previos.

El video viralizado en redes sociales muestra claramente a varias personas lanzando piedras contra las patrullas, lo que motivó la intervención inmediata de las autoridades federales. La investigación sigue abierta y las autoridades están en búsqueda de más datos para dar con los responsables.

Mientras tanto, en Los Ángeles, las protestas continúan, y la Guardia Nacional mantiene una presencia fuerte en la ciudad, ante el temor de que se repitan incidentes violentos. El escenario político y social sigue siendo complicado, con un gobierno federal decidido a imponer control, y comunidades que exigen respeto a sus derechos y justicia frente a las redadas migratorias.

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Foto EFE

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