A nivel mundial, el mes de junio es reconocido como el Mes del orgullo, en donde la comunidad LGBTQ+, celebra la libertad de ser quienes son y también recuerdan una historia marcada por la lucha, resistencia y búsqueda constante de igualdad.

Todo inició en la madrugada del 28 de junio de 1969, la policía de Nueva York llevó a cabo una redada en el Stonewall Inn, un bar frecuentado por la comunidad gay en el barrio de Greenwich Village.

Constantemente se realizaban redadas de este tipo, cuando las leyes estadounidenses criminalizaban las relaciones homosexuales y etiquetaban a las personas LGBTQ+ como “ofensores sexuales”. Muchos eran encerrados en instituciones mentales y sometidos a tratamientos brutales, como electroshocks o incluso lobotomías.

Sin embargo, esa noche en Stonewall fue diferente y aproximadamente 150 personas se encontraban en el bar y decidieron resistirse, lo que derivó en un enfrentamiento abierto entre la policía y miembros de la comunidad, con apoyo de transeúntes que se unieron a la protesta arrojando botellas y monedas a los agentes.

Poco después, surgieron agrupaciones como el Frente de Liberación Gay y la Alianza de Activistas Gay, que adoptaron tácticas del movimiento por los derechos civiles: organizaron protestas, se reunieron con líderes políticos e interrumpieron eventos públicos para exigir el fin de la represión y el reconocimiento de sus derechos.

Un año después de los disturbios, el 28 de junio de 1970, se celebraron las primeras marchas del Orgullo en ciudades como Nueva York, Chicago y Los Ángeles.

Actualmente esta conmemoración se asocia con coloridos desfiles, festivales y eventos multitudinarios, con la finalidad de visibilizar los derechos de esta comunidad.

El término “Pride” (Orgullo) se atribuye a Brenda Howard, una activista bisexual de Nueva York apodada la “Madre del Orgullo”, mientras que, en 1978, Harvey Milk, uno de los primeros políticos abiertamente homosexuales en Estados Unidos, encargó al artista Gilbert Baker el diseño de una bandera para representar al movimiento.

La icónica bandera del arcoíris simboliza la diversidad y unidad de la comunidad LGBTQ+.

A pesar de las movilizaciones, en muchas partes del mundo, la comunidad, sigue siendo víctima de discriminación, violencia y marginación.

Cabe mencionar que, en 2016, el entonces presidente Barack Obama designó el área que rodea el Stonewall Inn como el primer monumento nacional en honor a los derechos de la comunidad LGBTQ+, reconociendo la importancia histórica del sitio.

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Foto Archivo

LMR