El pasado 31 de mayo, dos niñas de 11 y 12 años perdieron la vida al quedar sepultadas por escombros en un edificio en ruinas, ubicado en la aldea de Terpilitsy, distrito de Volosovsky, en Rusia. Según informes, las menores intentaban grabar un video para un reto viral en TikTok que consistía en derribar una pared de ladrillo.

Las imágenes del accidente, que circularon ampliamente en redes sociales, muestran a las niñas empujando una estructura visiblemente dañada. Al no conseguir derribarla con fuerza física, comienzan a golpearla con un tabique. Tras varios intentos, la pared colapsa y provoca que el techo se venga abajo, cayendo sobre ellas.

El Departamento de Investigación del Distrito de Volosovsky, parte del Comité de Investigación de Rusia para la Región de Leningrado, confirmó que las menores fallecieron en el sitio. El inmueble pertenecía a una antigua empresa agrícola que llevaba tiempo abandonada.

Este trágico hecho reaviva el debate sobre los riesgos de los retos virales, especialmente entre niños y adolescentes que, en busca de popularidad, se exponen a situaciones peligrosas. Aunque TikTok ha eliminado algunos contenidos que incitan a la violencia o actos temerarios, la realidad es que muchos retos siguen circulando sin filtros suficientes.

Las autoridades rusas continúan investigando el caso, pero han aprovechado para hacer un llamado a madres, padres y cuidadores a estar atentos al contenido que consumen los menores y a promover un uso más seguro de las redes sociales.

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foto cortesía 

xmh