Cuando nos encontrábamos en pandemia, en el municipio de Juan C. Bonilla, en la junta auxiliar de Santa María Zacatepec, los pobladores alertaron a las autoridades de la formación de un socavón, es decir de un hueco en la tierra de 5 metros de diámetro, se generó en los campos de cultivo que se encuentran tras la casa de la familia Sánchez Xalamihua.

Para el 31 de mayo de 2021, ya había crecido considerablemente a más de 60 metros de diámetro, lo que generó la movilización de autoridades como Protección Civil municipal y estatal, la familia fue desalojada.

Mientras que para el 03 de junio alcanzó los 97 metros y 20 de profundidad.

Entre todo este revuelo el 07 de junio, en redes sociales se dio a conocer que dos perros se habían caído al socavón y urgía que los rescataran. A los tres días los animales fueron salvados y puestos en adopción.

Por parte del gobierno del estado se declaró la zona como área de riesgo, se procedió al acordonamiento y se instaló de manera permanente una patrulla para evitar que los curiosos violaran el cerco y pusieran en riesgo sus vidas.

El diámetro del socavón continuó creciendo y después se llenó de agua. Por su parte especialistas e investigadores de diferentes instituciones federales como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), realizaron estudios geológicos para conocer la causa que dio origen al socavón.

Para diciembre de ese mismo año, la familia afectada fue reubicada en otro lugar. En ese entonces, las autoridades confirmaron que el socavón ya había alcanzado un tamaño de 126 metros en su eje mayor y 123 metros en el menor, así como 50 metros de profundidad.

Un grupo civil organizado en defensa del agua, atribuyó que el socavón había sido responsabilidad de la embotelladora Bonafont, debido a la sobreexplotación de los pozos de agua.

Aún con los daños que esta situación provocó, la parte positiva es que Santa María Zacatepec tuvo exposición internacional y por varios meses se convirtió en un sitio turístico a donde llegaban familias de diversos estados del país con el único propósito de conocer el socavón y tomarse la foto del recuerdo.

De esta manera, los pobladores pusieron a trabajar su creatividad y crearon pan con la figura del socavón y los perritos rescatados, playeras, tazas como souvenirs, vendieron cervezas, frituras, memelas, etc.

Actualmente el acceso al socavón es restringido debido a que se colocó una malla ciclónica, también se prohibieron las actividades económicas y agrícolas en la zona y la localidad regresó a la normalidad.

A decir de algunos habitantes, el socavón de Zacatepec ha crecido y estiman que ya tiene un diámetro de 150 metros, pues con las lluvias se ha ido desgajando parte de la circunferencia.

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Foto Archivo

LMR