Taxco, Gro. - Entre montañas y calles empedradas, Taxco se levanta como uno de esos lugares que parecen haberse detenido en el tiempo, donde cada rincón guarda historias forjadas entre metales preciosos y muros coloniales. Este Pueblo Mágico de Guerrero no solo conquista por su arquitectura o su clima, sino porque tiene algo difícil de describir pero imposible de ignorar: un encanto auténtico que lo hace único.

Aunque Guerrero presume de varios destinos inolvidables, como Zihuatanejo e Ixcateopan de Cuauhtémoc, Taxco se roba el protagonismo con facilidad. Y no es para menos. En sus orígenes, este pueblo fue moldeado por la plata, recurso que lo catapultó a la fama durante la época colonial y que, hasta hoy, define gran parte de su identidad.

Un viaje entre historia y arte

Caminar por Taxco es como abrir un libro de historia ilustrado. La Parroquia de Santa Prisca y San Sebastián, con sus torres que parecen tocar el cielo y sus retablos dorados, es una parada obligatoria. Fue mandada construir por José de la Borda en pleno auge minero, y su majestuosidad sigue sorprendiendo a locales y visitantes por igual.

Pero más allá de su imponente iglesia, Taxco ofrece experiencias únicas como:

1. Recorrer las minas que le dieron vida,
2. Visitar la Casa Borda —hoy convertida en centro cultural—,
3. O simplemente perderse entre sus callejones serpenteantes que parecen sacados de una película de época.

Plata, arte y tradición

A principios del siglo XX, un nuevo capítulo comenzó para Taxco gracias al diseñador estadounidense William Spratling, quien instaló su taller y transformó la joyería en un arte con sello propio. Desde entonces, el diseño de piezas en plata es parte del día a día del pueblo, y cada tienda o galería es una ventana al talento local.

Aquí, comprar una joya no es solo adquirir un objeto bonito; es llevarte un pedacito de la historia de Taxco.

Lo que no te puedes perder

Si visitas este rincón guerrerense, no olvides:

• Darte una vuelta por el legendario Bar Berta, activo desde 1930,
• Pasar por el Hotel Posada de la Misión para admirar el mural del artista Juan O’ Gorman,
• Y claro, tomarte el tiempo para sentarte en alguna terraza con vista al pueblo mientras el sol cae y tiñe de oro los tejados: es ahí donde Taxco muestra su verdadera magia.

Este Pueblo Mágico es prueba de que los destinos con alma no necesitan de grandes espectáculos para enamorar. A veces, basta con una calle empedrada, una joya de plata y una historia bien contada.

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foto cortesía 

xmh