Por décadas, el martes 13 ha sido una fecha envuelta en misterio, creencias populares y más de una advertencia: “Ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes”. Aunque para muchos es solo una fecha más en el calendario, en distintas partes del mundo —especialmente en países de habla hispana— este día ha sido sinónimo de mala suerte, decisiones postergadas y supersticiones que aún perduran.

El origen de esta creencia es una mezcla de influencias religiosas, mitológicas y culturales. En la tradición cristiana, el número 13 ha sido considerado desafortunado desde la Última Cena, donde Judas, el traidor, fue el comensal número trece. A esto se le suma que el martes está dedicado al dios romano Marte, una deidad asociada con la guerra y la destrucción. Para los romanos, iniciar un proyecto importante en un día regido por Marte era como tentar al destino.

Pero la mala fama del martes 13 no se limita a Europa antigua. En el judaísmo místico, por ejemplo, se habla de 13 espíritus malignos; y en el Apocalipsis, el capítulo 13 está relacionado con la llegada del anticristo. Todo esto ha alimentado la idea de que ese número trae consigo cosas negativas, especialmente si coincide con el temido martes.

La cultura occidental, por su parte, tiene su propio día maldito: el viernes 13. Esta fecha es más temida en Estados Unidos y Europa, influenciada en parte por eventos históricos como la caída de los Caballeros Templarios, así como por películas de terror que han mantenido viva la creencia. Mientras tanto, en América Latina, el martes 13 es el que se lleva las supersticiones.

No todo termina ahí. En otros rincones del mundo, hay números que también provocan escalofríos. En Italia, por ejemplo, el número 17 se considera de mala suerte, mientras que en China y Japón el 4 es evitado por su similitud fonética con la palabra “muerte”. En la India, algunos temen al número 26 debido a que varios eventos trágicos han ocurrido en esa fecha. Incluso en Bulgaria, un número de celular fue dado de baja luego de que varios usuarios murieran misteriosamente.

Aunque no hay evidencia científica que respalde el miedo al martes 13, la superstición tiene fuerza cultural. Lo cierto es que muchos prefieren no arriesgarse: posponen viajes, bodas, negocios y decisiones importantes solo por el simbolismo de una fecha. Al final, más allá de los mitos, el martes 13 nos recuerda cuánto pesan aún las creencias antiguas en nuestras decisiones modernas.