Tras sostener varias conversaciones, los gobiernos de Estados Unidos y México acordaron en atender conjuntamente las asignaciones hídricas del río Bravo, como parte del Tratado de Aguas 1944, que empezaron el 25 de octubre del 2020 y terminarán el 24 de octubre del 2025.

Esto fue dado a conocer por las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Agricultura y Desarrollo Sustentable y Relaciones Exteriores, quienes trabajaron en conjunto para dialogar con el gabinete encabezado por Donald Trump, y alcanzar un buen acuerdo.

Estas dependencias indicaron que México ha convenido con Estados Unidos la realización de una serie de medidas para mitigar el potencial faltante en las entregas de agua hacia el final del ciclo, para que se realicen transferencias de agua inmediatas durante la temporada de lluvias.

De la misma forma, estas señalaron en un comunicado que, todas las acciones que se tomarán tendrán como premisa principal el aseguramiento del abastecimiento de agua para consumo humano, de todas las poblaciones mexicanas que viven de este río.

Esto fue definido durante las reuniones técnicas que involucraron a autoridades de ambos países, y se pretende que sea formalizado en la sede de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), con esta última siendo la que le dará seguimiento a toda la situación.

Pese a las amenazas de Donald Trump, quien llego a contemplar la privatización del Río Bravo, ambos gobiernos eventualmente coincidieron en que no era necesario modificar el tratado, ya que este ofrece beneficios a los dos países, pero consideraron que se puede renegociar.

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Foto: Especial

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