Cómo parte de las acciones militares para continuar con el genocidio étnico de los pueblos indígenas de Palestina por parte de autoridades de Israel, el Ministerio de Salud palestino dio a conocer que, en solo 48 horas el ejército sionista masacro a unos 90 civiles.

Tan solo la noche del 18 de abril se registró el asesinato de 15 inocentes menores de edad, quienes se encontraban refugiados en una zona humanitaria designada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el propio estado de Israel, con mentiras de que esta era segura.  

En la región sureña de Jan Yunis, el ejército de Israel se encargó de matar a 11 civiles que vivían en tiendas de campaña, junto a cientos de personas desplazadas por el conflicto. Desafortunadamente estos campos para refugiados, supuestamente financiados por Israel, se han convertido en campos de exterminio.

En imágenes que impactaron a muchos, Al Jazzera transmitió videos de corresponsales en Gaza, quienes muestran a familias enteras llorando por la muerte de niños, madres y padres, antes de que autoridades sanitarias se les tuvieran que llevar para lanzarlos a fosas comunes, debido a que los panteones ya no existen.

Uno de los casos que más conmoción causó, fue el de dos víctimas de los bombardeos recientes en Rafah; una madre y su hija. Ambas eran fieles cristianas provenientes de la tierra natal de Jesucristo, Belén, que se habían instalado en Gaza hace 6 años para ayudar a familias pobres.

Cabe señalar que póstumo a estos ataques, el gobierno de Israel lanzo un comunicado en el cual aseguraron que esto es solo el principio, ya que planean intensificar los operativos en Gaza para ocupar inmensos espacios de la histórica región, aunque eso signifique matar a 2 millones de civiles.

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Foto: France 24 // RT

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