La joven cantante Ángela Aguilar reaparece en el radar musical con “Nadie se va como llegó”, una balada de desamor que da nombre a su próximo álbum y que marca un punto de inflexión en su carrera. Este nuevo material estará disponible a partir del 22 de mayo, pero ya desde ahora genera expectativa por su contenido emocional y por la nueva etapa artística que representa para la intérprete.

En esta canción, Ángela se aleja un poco del mariachi tradicional para explorar un sonido más híbrido, en el que conviven elementos del pop, la cumbia e incluso toques del regional contemporáneo como el tumbado. Todo esto, sin abandonar del todo las raíces musicales que han sido sello de la dinastía Aguilar.

La letra de “Nadie se va como llegó” no escatima en vulnerabilidad. “Te di mi mejor versión y tú a mí no”, canta Ángela con voz firme pero dolida, en una confesión que retrata el desgaste emocional de una relación rota. La canción no solo describe el final de un vínculo amoroso, también plantea una reflexión sobre cómo el amor puede transformarse en indiferencia, y cómo el duelo amoroso rara vez deja a alguien intacto.

Pero lo que distingue a este lanzamiento no es únicamente lo musical. Por primera vez, la hija menor de Pepe Aguilar asume el rol de productora ejecutiva de un álbum completo, liderando un equipo de compositoras y creativas mexicanas. Este paso la coloca como una figura activa dentro de la conversación sobre el papel de las mujeres en la industria del entretenimiento, donde aún predominan estructuras dominadas por hombres.

“Quiero que este proyecto sirva para mostrar que las mujeres también podemos estar al frente, tomar decisiones y proponer cosas nuevas”, señaló la cantante en declaraciones recientes. La producción cuenta con la colaboración de talentos femeninos como Diana Gameros, Ximena Sariñana y Marian Ruzzi, entre otras.

La estrategia de Aguilar para este regreso no termina en el estudio. También anunció su participación en un evento doble en el Hollywood Bowl de Los Ángeles, los días 15 y 16 de agosto, en compañía de su padre y su hermano, en un espectáculo que busca celebrar la herencia musical familiar, pero con una mirada fresca.

Aunque Ángela ya había demostrado su capacidad vocal y presencia escénica en trabajos anteriores, este nuevo capítulo la muestra más madura y con mayor control sobre su obra. Si bien “Nadie se va como llegó” es una canción sobre el desamor, también parece ser una declaración de independencia artística: una manera de decir que, al igual que en el amor, nadie sale ileso del camino creativo.

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foto cortesía 

xmh