Ambiente de inquietud y alarma se ha generado en la comunidad migrante y activistas de derechos humanos en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, norte de México, debido al reciente despliegue de vehículos blindados ‘Stryker’ del Ejército de Estados Unidos en la frontera con nuestro país.

Sin embargo, las autoridades estadounidenses refieren que se trata de una medida de seguridad fronteriza, pese a este argumento, líderes mexicanos consideran que tratan de intimidar a grupos criminales y migrantes.

“Vemos que más que nada es como un mensaje subliminal hacia las personas, causar cierto temor para que no ingresen a Estados Unidos, y no únicamente a ellos, sino también a los grupos criminales”, señaló el pastor Juan Fierro García, director del albergue El Buen Samaritano.

La presencia de estos vehículos es parte de un operativo conjunto entre el Departamento de Defensa de EU y la Patrulla Fronteriza.

Por parte de Estados Unidos, un integrante del sector de El Paso de la Patrulla Fronteriza, Claudio Herrera Baeza, argumentó que se trata de “una muestra de la cooperación entre distintas agencias de seguridad” al precisar la colaboración entre el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y la Patrulla Fronteriza”.

Más de 200 vehículos blindados han sido desplegados en la región y existe la posibilidad de que lleguen más. Dicha medida ha sido muy criticada por activistas y líderes religiosos que se encuentran preocupaos por el riesgo de violaciones a los derechos humanos.

El operativo se enmarca dentro de un reforzamiento general de la vigilancia fronteriza, que en semanas recientes incluyó la autorización a la Guardia Nacional de Texas para realizar detenciones de migrantes.

Por otro lado, los albergues en Ciudad Juárez siguen recibiendo a cientos de migrantes que esperan una oportunidad para ingresar legalmente a Estados Unidos.

Para las autoridades estadounidenses, la disminución en el flujo migratorio reciente es una señal de que las medidas de control están funcionando. De acuerdo con datos de la Patrulla fronteriza, los encuentros diarios con migrantes en el sector de El Paso han bajado a un promedio de entre 40 y 50 personas, en comparación con las 100 a 150 diarias registradas en el mismo periodo del año pasado.

Sin embargo, los vehículos blindados se mantendrán en la frontera en los próximos meses, mientras las autoridades estadounidenses evalúan su impacto en la seguridad de la región.

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Foto archivo

LMR