En las últimas semanas, las autoridades del Estado de México han comenzado una investigación ante la posible venta de dulces y gomitas con sustancias ilegales, como alcohol y drogas, en los alrededores de escuelas secundarias, preparatorias y universidades en Toluca. Esta actividad ilícita, que ha puesto en alerta a padres, docentes y autoridades, estaría ocurriendo principalmente en los horarios de salida de los estudiantes.

Jorge Alberto Ayón Monsalve, director de Seguridad Pública del Estado de México, declaró que, aunque aún no hay certeza sobre qué sustancias específicas están siendo comercializadas, la situación es preocupante. "Hasta que tengamos una certeza de qué es o cuáles son las sustancias que están llegando a las escuelas, es cuando vamos a poder definir con quién vamos a trabajar este asunto. En este caso, tiene que ser la Fiscalía, pero vamos a tratar de hacer nuestro trabajo que es preventivo", explicó Ayón Monsalve.

Un nuevo reto en la lucha contra el narcomenudeo

El fenómeno, según las autoridades, podría estar relacionado con una nueva modalidad de narcomenudeo, donde personas no identificadas estarían aprovechando la vulnerabilidad de los jóvenes para ofrecerles productos envenenados o alterados en los alrededores de las escuelas. La venta de dulces y gomitas con sustancias ilícitas no es algo nuevo a nivel global, pero su aparición en las inmediaciones de instituciones educativas genera gran preocupación por el impacto que puede tener en los estudiantes, especialmente en aquellos que aún no tienen plena conciencia de los riesgos asociados con el consumo de estas sustancias.

"Puede ser una nueva modalidad de narcomenudeo, tenemos que atacarlo, nosotros en forma preventiva, pero vamos a denunciar los hechos ante la fiscalía una vez que tengamos la certeza de qué y dónde se está vendiendo", agregó el director de Seguridad Pública.

Operativos y prevención: El rol de padres y docentes

En respuesta a la situación, las autoridades han intensificado los operativos de vigilancia fuera de los planteles educativos, con el objetivo de identificar y frenar esta actividad ilícita antes de que se normalice. Sin embargo, las autoridades han dejado claro que este no es un problema que pueda resolverse solo con la acción del gobierno. Padres de familia y docentes juegan un papel crucial en la prevención, ya que son quienes están más cerca de los estudiantes y pueden identificar comportamientos sospechosos o productos fuera de lo común.

El llamado a la comunidad educativa es claro: estar atentos a cualquier actividad sospechosa, como la venta de dulces en cantidades fuera de lo normal, y reportar cualquier incidente de manera inmediata para que las autoridades tomen cartas en el asunto.

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foto cortesía 

xmh