Desde el año 2010, el ajolote de agua dulce fue declarado en peligro de extinción por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en Tlaxcala, sin embargo, ha desaparecido de las lagunas.

El agotamiento de embalses, bordos, jagüeyes naturales por sequía, la contaminación y la sobreexplotación de esta especie prehispánica son las causas de su desaparición, revelan investigadores de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

Los manantiales de Zacatelco fueron sitio importante para tratar de rescatar esta especie.

Hace ocho años en Atltzayanca alcanzaron a reproducir esta especie en jagüeyes recubiertos con membranas de plástico, pero las condiciones climáticas no fueron propicias para su desarrollo.

Durante la pandemia del Covid-19, pasó lo mismo en la presa Atlangatepec, con autorización de la Unidad de Pesca y de los pescadores, sembraron sardinas cuyo alimento principal eran las crías de ajolote, charal y acocil.

Pescadores reportaron que en los últimos años no han observado la presencia del también conocido “monstruo acuático” de aguas dulces, comentó Efraín Briones Briones, egresado de la Facultad de Agrobiología de la UAT.

El investigador expone que en Chiautempan existe la única Unidad de Manejo Ambiental (UMA) que desde 2011, protegen al ajolote denominado Xaluey, esta organización que se dedica a la reproducción y preservación de especies endémicas tendrá unos 40 ejemplares de diferentes edades.

En 2019 la Unión Internacional para la Conservación de las Especies estimó que solo quedaban unos mil ajolotes en estado silvestre en cuerpos de agua de México.

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Foto archivo

LMR