En México, las tiendas departamentales son una opción para las personas cuando quieren adquirir, ropa, electrodomésticos y bienes de uso cotidiano. Este tipo de tiendas ha incursionado en la oferta de opciones financieras como tarjetas de recompensas, préstamos y tarjetas de crédito.

Los plásticos que ofrecen las tiendas departamentales tienen algunas características diferentes a las tarjetas otorgadas por los bancos comerciales. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), 20% de los adultos mexicanos que tienen un crédito formal contrataron una tarjeta departamental.

Entre las principales facilidades que sus tarjetas ofrecen son el financiamiento a corto plazo (por 30 días posteriores a la fecha de corte), compras a meses sin intereses, una línea de crédito ampliable según tus hábitos de pago y compras a plazos con intereses, también dan acceso a promociones exclusivas, compras en establecimientos donde existan convenios, acceso a pagos con Visa y programas de fidelidad, así como pago de servicios públicos.

Ser mayor de edad y poseer una tarjeta de crédito son los requisitos principales para que una tienda departamental otorgue una tarjeta.

Frank García, experto en educación y planeación financiera, alertó que este tipo de plásticos pueden provocar una mala situación financiera si no se tiene cuidado con su uso y disciplina a la hora de los pagos.

“Como son líneas de crédito pequeñas, pueden parecer insignificantes y a la gente se le olvida pagarlas. En ese caso, los intereses generan un adeudo grande y te puedes ir a buró de crédito”, explicó García.

Cuando no se paga a tiempo, se cobrarán gastos de cobranza, por lo que hay que estar atento a las fechas de pago.

“También se debe tener cuidado a la hora de cancelar. Muchas veces ponen muchos obstáculos y comisiones para dejar de ser un tarjetahabiente”, concluyó Frank García.

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LMR