México.- En México, uno de cada tres bebés recibe leche materna como alimento exclusivo hasta los seis meses. Según UNICEF, esta situación es preocupante, ya que se ha enfatizado que la leche materna debe ser el alimento exclusivo durante este periodo.

Las causas por las que las mujeres dejan de amamantar son múltiples. Entre las principales están las cuestiones de salud (como padecer alguna enfermedad), una baja producción de leche, dolor en los senos y, la más frecuente, dolor de espalda.

Para evitar el dolor de espalda y otros problemas, es vital una buena postura tanto de la madre como del bebé durante la lactancia. Aunque pueda parecer algo insignificante, la forma en que el bebé se prende al pecho ayuda a vaciar correctamente el seno y mantener la producción de leche, así como evitar las grietas en los pezones.

Para prevenir situaciones adversas en las mamás primerizas e incluso en aquellas que ya tienen experiencia, la maestra Ana Belén Martínez Lizama, de la FES Zaragoza, nos habló sobre las posturas correctas para amamantar y ofreció algunos consejos para identificar cuando la lactancia no está siendo adecuada.

Las posiciones para amamantar

Aunque instituciones como la Asociación Española de Pediatría recomiendan que las mejores posiciones son sentada y tumbada de lado, realmente es la madre quien debe elegir en qué postura se siente más cómoda. Martínez Lizama apuntó las características de cada posición y dio algunas recomendaciones.

1.- Posición sentada: Es la más usada por las madres por la comodidad, tanto para ellas como para los bebés. La madre sostiene al bebé en brazos y su cabeza debe estar apoyada en el codo, además de que la mano debe cubrir el área de las pompis. Para evitar los dolores de espalda, se recomienda el uso de almohadas en la zona lumbar y una silla con buen respaldo. También se aconseja un soporte para los pies.

2.- Posición de futbol americano: Esta posición se recomienda para aquellas madres que tuvieron el parto por cesárea, que tienen mamas grandes o que dieron a luz a gemelos. El bebé va abajo del brazo con sus piernas en dirección hacia la espalda de la madre, quien le sostiene su cabeza. En esta posición es importante el apego de la pancita de mamá con la del bebé para asegurar que la lactancia se está realizando de buena forma.

3.- Posición de caballito: El bebé es colocado de manera vertical sobre el cuerpo de la madre, como si estuviera sentado sobre ella, con las piernas de lado o alrededor de su torso. Esta posición puede ser útil cuando el bebé tiene dificultades para engancharse o presenta reflujo. También es conveniente cuando se amamanta en público o en situaciones en las que se necesita más flexibilidad. Es una buena opción cuando el bebé ya es más grande.

4.- Posición recostada: La madre se acuesta de lado en una cama o superficie cómoda y coloca al bebé también acostado de lado, frente a ella, de manera que ambos estén alineados y cómodos. Es útil para la noche o cuando se necesita descansar durante la lactancia. Es importante que, una vez que el bebé concluya el proceso, se le retire la mama, puesto que ha habido casos en los que se broncoaspira.

5.- Posición reclinada: Es la técnica más utilizada por madres primerizas, ya que alivia la presión en espalda y brazos. La madre se recuesta con almohadas de apoyo en la espalda y la cabeza y coloca al bebé cerca de su pecho. Es una posición ideal para la digestión del bebé y no requiere grandes esfuerzos para el agarre.

La ayuda de una almohada

Para hacer menos dolorosa la experiencia de amamantar, la experta de la FES Zaragoza indicó que se puede usar alguno de los dos tipos de almohadas de lactancia:

Aquellas similares a las que se ponen en el cuello para dormir cuando hacemos largos viajes. Estas almohadas se utilizan para la comodidad del bebé, primordialmente.

Las que se ponen alrededor de la cintura de la mamá, brindando un soporte para los brazos.

Otros consejos

Martínez Lizama también compartió estas recomendaciones para tener una buena lactancia:

- Desprender algunas prendas del bebé: con mucha ropa, el bebé se puede quedar dormido sin tomar la leche suficiente. Cuando la leche se acumula, se puede provocar mastitis (inflamación y enrojecimiento del seno).

- Darle un masaje al bebé en su estómago antes de comenzar el proceso.

- Dar de lactar cada tres horas, cambiando de mama en cada turno.

Preparación para la lactancia

Para evitar los dolores de espalda, la experta universitaria explicó que es de mucha ayuda realizar un entrenamiento previo. Por ejemplo, es importante hacer, desde la semana 22 de gestación, ejercicios de pectorales con una pelota de gel de un kilo para que los senos se mantengan firmes, ya que durante la lactancia generalmente se carga aproximadamente un litro de leche en cada pecho.

También aconsejó que las madres tomen cursos de fisioterapia obstétrica y de educación perinatal, los cuales ayudarán antes, durante y después del parto. La fisioterapia es beneficiosa porque adecua las articulaciones y la musculatura involucrada en el proceso de gestación y parto; los ejercicios que la componen permiten que los pujos sean más eficaces, evitando dañar las vísceras de la pelvis y previniendo las disfunciones del suelo pélvico.

Muchos beneficios

Martínez Lizama recalcó la importancia que tiene la lactancia materna, dados sus múltiples beneficios tanto para el bebé como para la madre.

En el bebé:

- Fortalece el sistema inmunológico, ya que la leche materna contiene inmunoglobulinas que ayudan a que el bebé enferme menos.

- Ayuda a prevenir obesidad, diabetes, leucemia, hipertensión y colesterol alto.

- Reduce el riesgo de mortalidad en el primer año de vida.

- Mejora el desarrollo cognitivo a largo plazo y el coeficiente intelectual.

- Evita malformaciones en la boca y la dentición del bebé.

En la mamá:

- Estimula la liberación de oxitocina, una hormona que contribuye a la contracción del útero y reduce el sangrado posparto.

- Reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de ovario.

- Disminuye el riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares.

- Ayuda a prevenir la depresión posparto.

¿Cómo detectar que la lactancia no está siendo adecuada?

Una mala lactancia se puede identificar cuando se presentan algunos de estos problemas.

En el bebé:

- Jala mucho el pezón con su boca. Esta situación se puede corregir mediante la técnica de “hamburguesa”. La mujer sostiene su pecho en forma de C, donde la palma de la mano debe estar en el costado del pecho, con los dedos envolviendo ligeramente la base de la areola. Una vez realizado ese movimiento, el bebé mama correctamente, ya que le resulta más fácil encontrar el pezón.

- Se está desarrollando poco, tanto en talla como en peso.

- Sus cachetes se marcan, lo que indica que no sólo está tomando leche, sino también jalando aire.

- Cólicos frecuentes.

- La fontanela (mollera) anterior no se desarrolla correctamente.

En la mamá:

- Mastitis: inflamación dolorosa que ocurre cuando no se vacía adecuadamente la leche de los senos.

- Grietas en los pezones.

- Problemas en la producción de leche, que derivan en estrés y ansiedad por no poder cumplir con la alimentación del bebé.

- Obstrucción de conductos mamarios.

La mayoría de estas condiciones pueden ser provocadas, principalmente, por una mala posición de la mamá o del bebé durante la lactancia. Por tanto, su solución puede ser tan simple como realizar algunos ajustes en la técnica de amamantamiento.

Ideas destacadas

- Solo uno de cada tres bebés en México recibe leche materna exclusiva durante seis meses.

- La postura durante la lactancia es clave para evitar problemas de salud.

- Existen varias posiciones para amamantar, dependiendo de las necesidades de la madre y el bebé.

- Las almohadas de lactancia pueden aliviar dolores y mejorar la comodidad.

- La preparación física y educativa es fundamental para una lactancia exitosa.

- La leche materna tiene beneficios significativos para la salud del bebé y la madre.

¿Quieres mantenerte a tanto de todas las noticias hoy en Puebla? ¡Explora más en nuestro portal ahora mismo!

Foto Especial

mala