En un reciente Aviso Epidemiológico emitido por el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (CONAVE), las autoridades de salud alertaron sobre el repunte de casos de tos ferina en el país, lo que ha generado preocupación debido a la gravedad de la enfermedad, especialmente en bebés y niños pequeños.

¿Qué está pasando con la tos ferina en México?

Hasta la semana 07 del año 2025, que abarca del 9 al 15 de febrero, se reportaron 120 casos confirmados de tos ferina en México. Además, se identificaron 460 casos sospechosos. Aunque la cifra de afectados todavía parece baja en comparación con otros padecimientos, la enfermedad muestra una incidencia preocupante, con 0.08 casos por cada 100,000 habitantes. Los estados que más están sufriendo el brote incluyen Ciudad de México, Nuevo León, Baja California, Guanajuato, Estado de México, Aguascalientes y Chihuahua.

Uno de los casos más graves hasta la fecha fue el fallecimiento de un bebé de apenas un mes y medio de edad en Nuevo León, lo que subraya el peligro que esta enfermedad representa para los más vulnerables. La Secretaría de Salud de dicho estado informó que hasta la fecha hay 35 casos confirmados en su territorio.

¿Qué es la tos ferina y por qué es tan peligrosa?

La tos ferina (también conocida como pertussis) es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, causada por la bacteria Bordetella pertussis. A pesar de ser conocida por muchos, lo que muchas personas no saben es que puede tener consecuencias devastadoras, especialmente para los bebés y personas con sistemas inmunitarios débiles.

La enfermedad se transmite a través de gotículas respiratorias expulsadas por una persona infectada al toser o estornudar. Su periodo de incubación es de entre 7 a 10 días, y sus síntomas pueden durar hasta seis o ocho semanas. Lo más preocupante es que, aunque la tos ferina se puede tratar, las complicaciones son graves y pueden ser fatales si no se detecta a tiempo.

Las fases de la tos ferina

El proceso de la tos ferina se clasifica en tres fases:

1. Fase catarral (1-2 semanas): Comienza con síntomas similares a un resfriado común, como congestión nasal, estornudos, y fiebre baja.
2. Fase paroxística (4-6 semanas): En esta etapa se producen accesos de tos violenta, a menudo acompañados de dificultad para respirar. Estos episodios pueden ser tan graves que provocan cianosis (coloración azul de la piel debido a la falta de oxígeno).
3. Fase de convalecencia: La tos disminuye gradualmente, pero puede persistir durante varios meses.

Los síntomas comunes incluyen goteo nasal, estornudos y tos ligera, pero las complicaciones graves como apnea en los bebés y dificultad para respirar son señales de alarma que no deben tomarse a la ligera.

Complicaciones graves

Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la tos ferina puede causar una serie de complicaciones graves, tales como:

• Neumonía
• Convulsiones
• Daño cerebral por falta de oxígeno
• Sangrados cerebrales
• Discapacidad intelectual
• Y, en casos extremos, la muerte.

¿Qué pasó con la tos ferina durante la pandemia?

Entre 2016 y 2019, México registró un promedio de 900 casos anuales de tos ferina. Sin embargo, a raíz de la pandemia de COVID-19 en 2020, la vigilancia y notificación de casos disminuyó considerablemente. Esto resultó en una baja en los registros, con solo 188 casos confirmados en 2023.

A partir de 2024, los casos comenzaron a repuntar, con 463 casos confirmados, lo que significa que la enfermedad está recobrando fuerza, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas como la Ciudad de México.

¿Qué hacer ante el aumento de casos?

El llamado de las autoridades es claro: prevenir es la mejor estrategia. A pesar de que la tos ferina puede ser tratada con antibióticos, la clave para evitar su propagación es la vacunación. La vacuna contra la tos ferina, que forma parte del esquema de vacunación infantil en México, es la mejor medida de protección para los más vulnerables.

Además, se recomienda estar atento a los síntomas y consultar a un médico si se presentan signos de la enfermedad, especialmente en bebés y niños pequeños, quienes son los más propensos a sufrir complicaciones graves.

Es vital que tanto los padres como la sociedad en general no bajen la guardia ante enfermedades respiratorias que, aunque prevenibles, siguen siendo una amenaza si no se toman las precauciones adecuadas.

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foto cortesía 

xmh