Izúcar de Matamoros. – Padres de familia y estudiantes de la Unidad Escolar Particular Miguel Cástulo de Alatriste, mejor conocida como UEP, ubicada en el municipio de Izúcar de Matamoros, dieron a conocer que esta escuela continúa operando en pésimas condiciones, esto a pesar de que en diciembre del 2024 se organizó una rifa para recaudar fondos y mejorar la infraestructura.

Estudiantes de la Unidad Escolar indicaron que los salones no cuentan con cañón para tomar las clases, los ventiladores no sirven, y ahora tienen que cooperar para comprarlos, mientras que los baños no cuentan con agua, asimismo, hay días que están sucios y no tienen rollo.

Hay que destacar que la Unidad Escolar Particular Miguel Cástulo de Alatriste, es administrada por la Parroquia de Santiago Apóstol, y en Diciembre del 2024 pusieron a vender a los padres de familia boletos para una rifa con un tiraje de 10 mil boletos, los cuales fueron distribuidos en talonarios de diez, dándoles un talonario a cada alumno y trabajadores, teniendo el costo de cada boleto de 200 pesos la pieza, quien no los vendiera tenía que cubrir su totalidad de 2 mil pesos, ya que los recursos serian para mejora de las instalaciones, esto a pesar de que de manera mensual pagan una colegiatura por ser escuela particular.

A pesar de que la rifa tenia la fecha del 13 de enero del 2025 para realizarse, y se efectuó la recaudación de fondos, han pasado casi dos meses y las mejoras a la escuela no llegan, sin embargo, ahora con la llegada del calor, les piden a los estudiantes que cooperen para la compra de ventiladores.

La escuela es particular y católica, ante esto los padres de familia piden la intervención del arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinoza, para que intervenga y realice una investigación para que se ponga un alto a lo que están realizando en la institución, la cual, está bajo el mando del párroco José Gilberto Sombrero Hernández.

La escuela es particular, fue fundada en el año de 1977, pertenece a la Arquidiócesis de Puebla, se considera una escuela de gran tradición en Izúcar de Matamoros, pese a esto y que los padres de familia pagan una colegiatura mensual, mientras que las instalaciones son muy deficientes, ya que los sanitarios constantemente no funcionan, no hay cortinas en los salones, las butacas ya son muy viejas, los proyectores no funcionan, entre otras anomalías.

Finalmente, debido a las condiciones en que opera la escuela, los padres de familia y estudiantes están inconformes puesto que aseguran que para el cobro de colegiaturas se ponen muy exigentes y puntuales, pero pareciera que el párroco solo cosecha el dinero y no lo invierte en la escuela.

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Foto: Lidchy Cano

cdch