México.- Las y los expertos en Trabajo Social asistimos de manera abrupta a una crisis mundial que no garantiza la existencia de programas internacionales, equipos de profesionales multidisciplinarios, agendas y procesos de acompañamiento humanitario con capacidad de responder a los riesgos, injusticias y desafíos que afrontamos en movilidad humana transnacional, manifestó la directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Carmen Casas Ratia.

En su calidad de presidenta de la Red de Instituciones de Educación Superior en Trabajo Social, añadió: cambia el mapa, los nudos de políticas y gobiernos, así como las coaliciones de naciones que expulsan personas, las cuales están dispuestas a suprimir agendas inclusivas, a esparcir el odio, racismo, violencia política estatal, suspensión de derechos constitucionales y la xenofobia contra estas comunidades.

Al participar a distancia en la Novena Conferencia Regional “Trabajo Social y Movilidad Humana en las Américas. Políticas, estrategias y modelos de abordaje con poblaciones migrantes”, realizada en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, sostuvo: En contraste con estas políticas, los especialistas regionales en esta disciplina han cultivado una comunidad y relaciones profesionales con un compromiso de sensibilidad, desarrollo y comprensión del fenómeno migratorio.

Celebró que los temas muestren la capacidad de construir perspectivas diagnósticas, colaborativas, intervenciones y acciones transnacionales a partir de un trabajo social interdisciplinario, multidisciplinario y contemporáneo.

Entre los tópicos destacó las políticas públicas nacionales e internacionales, derechos humanos, intervención social, violencia y desplazamiento forzado interno o entre naciones, escenarios de guerra regional y global, crimen organizado, trata de personas, xenofobia, discriminación y violencia.

En cuanto a género, anotó aportes sobre mujeres en tránsito y trayectorias de vida, vulnerabilidades de ellas y niñas, y protección a integrantes de la comunidad LGBTQ+.

Como presidenta de dicha Red y directora de la Escuela, he atestiguado la capacidad de todas y todos quienes han contribuido a construir la conferencia regional que hoy impulsamos, señaló.

Recordó que, a partir de 2016, a iniciativa de la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior en Trabajo Social, se edificaron los pilares de estos encuentros binacionales, primero entre México y Estados Unidos, y luego a escala regional con la cooperación de Canadá y países de América Central como Honduras, El Salvador y Costa Rica, que colaboran en esta edición.

A su vez, la decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y anfitriona del evento, Carmen Julia Fajardo Cardona, subrayó el compromiso con la justicia social y las garantías fundamentales, así como con el diálogo y la cooperación entre naciones de la zona para abordar los retos y oportunidades relacionadas con la migración y la movilidad.

El trabajo social, como disciplina dentro de las ciencias sociales, juega un papel crucial en la construcción de las sociedades más justas y equitativas. Nuestro quehacer trasciende la asistencia y se constituye en una herramienta de transformación para dar soluciones a la pobreza, violencia, exclusión y, en este caso, el desplazamiento, enfatizó.

Recordó que, a partir de su inicio en 2016, esta conferencia ha sido un espacio fundamental para el análisis, discusión y generación de estrategias frente a los obstáculos de la migración, especialmente las garantías inalienables, políticas en la materia, integración y cooperación mundial.

Fajardo Cardona señaló que durante 2024 el Instituto Nacional de Migración reportó 369 mil 258 migrantes hondureños que ingresaron a México en tránsito hacia los Estados Unidos, mostrando leve disminución en comparación con 2023 cuando fueron 545 mil 043.

En tanto, el desplazamiento interno en la nación centroamericana ha afectado a 24.3 por ciento de la población con más de dos millones desplazándose en busca de mejores condiciones de vida, relató.

Estos movimientos responden a factores como pobreza, falta de empleo e inseguridad, que siguen impulsando a que dejen sus hogares en busca oportunidades.

Por otro lado, las cifras de retornos han mostrado tendencia a la baja con 24 mil 386 hondureños repatriados durante 2024, la menor desde 2015.

Si bien esto podría indicar una reducción de los grupos migratorios, también es una señal de las circunstancias que enfrentan quienes intentan hacerlo de manera irregular. El crecimiento de las políticas en este ámbito en Estados Unidos y México, junto con los peligros de las rutas, han dificultado más el sueño de compatriotas de establecerse en el extranjero, finalizó.

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