Un devastador incendio forestal sigue causando estragos en la ciudad de Ofunato, ubicada en el noreste de Japón. Este incendio, que ya ha arrasado con más de 1,200 hectáreas de terreno, se ha convertido en el más grande que el país ha enfrentado en los últimos 30 años. A pesar de los esfuerzos de los equipos de emergencia, las llamas siguen avanzando, dejando a su paso pérdidas materiales y humanas.

Evacuaciones masivas y víctimas fatales

, buscando proteger a los residentes de las áreas cercanas al siniestro. Sin embargo, la tragedia ha cobrado al menos una vida, tras el hallazgo de un cuerpo calcinado en una de las zonas afectadas. El cuerpo fue encontrado en las cercanías de una casa destruida por las llamas y trasladado a una comisaría para ser identificado.

El Cuerpo de Bomberos y otros equipos de emergencias han intensificado sus esfuerzos para sofocar el fuego. A pesar de contar con la ayuda de 15 helicópteros, las labores de contención siguen siendo insuficientes debido a las altas temperaturas y al viento fuerte que está favoreciendo la expansión de las llamas.

Destrucción de viviendas y daños materiales

Las imágenes aéreas, difundidas por la cadena pública NHK, muestran un panorama desolador: varias casas, especialmente en zonas forestales de Ofunato, han quedado completamente reducidas a cenizas. Según informes del Gobierno local, al menos 80 edificios han resultado afectados hasta el momento, lo que pone de relieve el impacto significativo del incendio en la infraestructura de la zona.

El alcalde de Ofunato, Kiyoshi Fuchigami, se ha pronunciado sobre la magnitud del siniestro, calificándolo como un incendio de "gran escala". El mismo edil destacó que las llamas ya habían consumido alrededor de 600 hectáreas a mediados de esta semana, y que las condiciones climáticas, en especial el viento, están dificultando los esfuerzos para detener su avance.

El incendio más grande en Japón desde 1992

Este fuego ha superado en extensión y magnitud al conocido incendio de Kushiro de 1992, que devastó más de 1,000 hectáreas de bosque en Hokkaido, según reportes de la agencia Kyodo. La situación en Ofunato, ahora con más de 1,200 hectáreas afectadas, ha puesto a prueba la capacidad de respuesta del país ante este tipo de emergencias.

A pesar de la magnitud del desastre, las autoridades siguen sin determinar el origen del incendio. Algunos expertos sugieren que la sequedad de la vegetación, combinada con el viento intenso, habría favorecido la rápida propagación de las llamas. El evento se ha sumado a la larga lista de desafíos naturales que han azotado la región en los últimos años.

Repercusiones a largo plazo

Lo que agrava aún más la situación es que Ofunato aún está recuperándose de los efectos del terremoto y el tsunami que azotaron Japón en 2011, dejando a la ciudad seriamente afectada y con miles de viviendas destruidas. Aunque el pueblo ha logrado avanzar desde aquel desastre, el incendio de este año representa una nueva prueba para la resiliencia de sus habitantes.

Mientras tanto, el gobierno japonés ha redoblado esfuerzos para mitigar los efectos del incendio, enviando recursos adicionales para combatir las llamas y minimizar los daños. La situación sigue siendo crítica, y las autoridades locales mantienen el llamado a la calma, mientras se intensifican las evacuaciones y las operaciones de rescate.

El incendio forestal en Ofunato es un recordatorio de la vulnerabilidad de las zonas forestales en Japón y de la necesidad de fortalecer las medidas preventivas frente a desastres naturales cada vez más frecuentes.

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foto cortesía 

xmh