A pesar de su amplio número de hablantes, el náhuatl enfrenta retos significativos para mantenerse vigente. Datos del INEGI revelan que en 2020, aproximadamente el 22.4% de los hablantes de lenguas indígenas en México eran hablantes de náhuatl, lo que refleja una presencia notable dentro de la población indígena del país. Sin embargo, se enfrenta al riesgo de desaparecer debido a la creciente homogeneización cultural, el predominio del español y la falta de políticas más efectivas para su preservación.

 

El panorama no es del todo negativo, ya que existen múltiples esfuerzos por parte de activistas, académicos y organizaciones para fomentar su uso en las nuevas generaciones. Programas educativos en comunidades náhuatl-hablantes, publicaciones especializadas, y el creciente interés por parte de personas no hablantes, conocidas como “nahuas practicantes”, que buscan conectarse con la cultura sin necesariamente hablar la lengua, están contribuyendo a que el náhuatl siga siendo un motor de identidad cultural. Wolfgang Effenberger López, posdoctorante del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, explica que estos "nahuas practicantes" son personas que, aunque no hablan fluido el náhuatl, se involucran profundamente en prácticas culturales como la danza, la medicina tradicional y los rituales espirituales. A través de estos actos, buscan preservar una visión del mundo basada en el respeto y la armonía con la naturaleza, valores fundamentales de esta lengua.

 

El papel del náhuatl en el México contemporáneo se extiende más allá de la preservación lingüística. La integración de sus conocimientos en áreas clave como la salud, la educación y la cultura es esencial para fomentar una verdadera interculturalidad en el país. Las universidades interculturales, por ejemplo, se han convertido en espacios de revitalización del idioma y de integración de saberes tradicionales con los conocimientos académicos. No obstante, el país sigue enfrentando tensiones entre los esfuerzos a favor de la interculturalidad y las prácticas de extractivismo que afectan a los territorios indígenas, lo que pone en peligro tanto sus lenguas como sus modos de vida.

 

México cuenta actualmente con 70 pueblos indígenas, un pueblo afromexicano y más de 16 mil comunidades distribuidas por todo el territorio nacional. Entre los estados con mayor concentración de comunidades indígenas se encuentran Oaxaca, Chiapas y Veracruz, que concentran más de la mitad de estas comunidades. A pesar de este panorama, algunos estados como Baja California y Zacatecas tienen una representación muy baja de pueblos originarios. La diversidad cultural y lingüística de México está en constante peligro, pero las iniciativas que promueven el uso del náhuatl y otras lenguas indígenas son un rayo de esperanza para la preservación de estas lenguas que son parte vital del patrimonio de la nación.

 

El futuro del náhuatl dependerá de los esfuerzos colectivos para mantener viva la lengua en los corazones de las nuevas generaciones y en la cotidianidad de la vida comunitaria. Las políticas públicas y el apoyo de la sociedad son cruciales para que el idioma no solo sobreviva, sino que florezca en el México del futuro, mostrando que, a pesar de los desafíos, las lenguas indígenas siguen siendo un orgullo y una fuente invaluable de conocimiento.

 

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xmh